Puebla está tomada por delincuencia organizada
La ausencia de una estrategia de seguridad en Puebla es más que evidente, pues si bien, el gobernador Sergio Salomón entró al quite tras el deceso de Miguel Barbosa
¿Qué historias son las que los gobernantes en Puebla no nos están contando? La capital poblana se ha convertido en un polvorín donde semanalmente tenemos noticias de levantones y hallazgos de cuerpos en vehículos abandonados. La caldera de los grupos delincuenciales tiene tomada a Puebla desde hace mucho. El tema no es reciente, sin embargo, la situación se torna cada vez más riesgosa frente a las constantes apariciones de vehículos con cuerpos y narcomensajes. Resulta evidente que el crimen organizado halló en Puebla terreno fértil para operar de manera más constante. La ausencia de una estrategia de seguridad en Puebla es más que evidente, pues si bien, el gobernador Sergio Salomón entró al quite tras el deceso de Miguel Barbosa, ha dado pincelazos de intentar contener la inseguridad, pero es una realidad que el tema no ha estado en su agenda de prioridades. Y es que la inversión en seguridad pública resulta insuficiente para los tiempos que estamos enfrentando donde lo menos que se necesitaba era darles prioridad a caprichos gubernamentales, entre ellos, una sede legislativa. El abandono no sólo se nota en el orden del gobierno estatal, sino también en el municipal, donde otro gobernante sustituto como el edil Adán Domínguez no mueve un dedo para el combate de la inseguridad en Puebla. Resulta lamentable que los mandos estatal y municipal se hallen ocupados en temas partidistas que están muy lejos de involucrar los verdaderos intereses de la ciudadanía. A pocas semanas de que Sergio Salomón concluya su breve mandato como gobernador sustituto, la entidad refleja que ha sido tomada por los mandos de la delincuencia organizada, que hoy en día tienen presencia no sólo en la capital, sino también en el interior de la entidad. Son innegables los episodios de violencia donde delitos del fuero común se vuelven cada vez más intrascendentes para una sociedad que empieza a mirar de manera indolente los actos de barbarie delictiva. Las juntas auxiliares, el sur, el norte, el centro de la capital son zonas de riesgo para familias poblanas que diariamente enfrentan atracos en el transporte público, robos de vehículos, robos a mano armada, levantones y feminicidios. Tal vez por todo lo anterior, corren versiones que el gobernador entrante Alejandro Armenta piensa poner la seguridad estatal en manos castrenses, pues seguramente sabe a detalle que las organizaciones delictivas que hoy operan en Puebla, no están dispuestas a ceder terreno frente a lo que lamentablemente han logrado en los últimos tiempos. @rubysoriano @alquimiapoder |
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