Panorama del sector de Infraestructura en México

En México, como en otros países, la infraestructura es un componente fundamental de cualquier estrategia de desarrollo. La inversión en infraestructura estimula el crecimiento y el empleo por los impactos que tiene en la demanda y la oferta. México muestra un avance en las condiciones de su infraestructura, sin embargo, aún tiene desafíos que enfrentar para fortalecer su competitividad.

La política de infraestructura de la administración 2018-2024, presentó avances en proyectos como el Tren Maya y el Programa para el Desarrollo del Istmo de Tehuantepec, demostrando un compromiso con el sur-sureste de México, región que no había tenido una focalización importante. Además, se presentaron inversiones en el sistema ferroviario, en la producción de hidrocarburos y en la mejora en la red de telecomunicaciones.

Sin embargo, me parece que, hace falta una discusión pública objetiva sobre todas las necesidades de infraestructura del país a futuro y la mejor manera de financiarla, lo cual es relevante debido a que, la falta de infraestructura tiene un impacto directo en la competitividad del país, especialmente en países con una economía abierta, una amplia extensión territorial y una geografía relativamente complicada, como es el caso de México.

Por su parte, la nueva administración ha presentado el documento “100 pasos para la transformación”, que funge como referencia de lo que será el Plan Nacional de Infraestructura. La estrategia es continuar con la inversión en proyectos carreteros, de transporte ferroviario, puertos y aeropuertos, salvaguardando la participación del Gobierno Federal, pero sin descartar el acercamiento con el sector privado. Considero que los proyectos presentados, en conjunto con la estabilidad macroeconómica y un sector bancario financieramente sano, en particular, la banca de desarrollo, detonarán el desarrollo del sector de Infraestructura en México en los próximos años.  

En línea con lo anterior, me parece que México se encuentra en el momento de desarrollar y expandir una plataforma logística multimodal, en donde el sistema carretero y la red ferroviaria nacional sean opciones eficientes y seguras para el traslado de personas y de mercancías, y que desemboquen en modernos centros logísticos en puertos y aeropuertos. Con respecto a estos últimos, resulta importante una modernización para expandir la capacidad de los mismos, y mejorar la competitividad de nuestros sectores naviero y aeroportuario en el comercio internacional. Con relación al sector energético, considero se debe mantener una visión soberana junto con la inversión privada para alcanzar la capacidad de generación y transmisión eléctrica.  

No obstante, para que la implementación de la estrategia de infraestructura sea adecuada, deben de estar claros los temas de gasto, planeación y ejecución. Sobre el gasto, la nueva administración tendrá menor margen para invertir en infraestructura, debido a la ausencia de una reforma fiscal en los próximos años y porque la administración anterior optó por financiar la infraestructura con gasto presupuestario en lugar de deuda. De acuerdo con lo anterior, es importante conocer el presupuesto asignado a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y a cada uno de los proyectos en el Paquete Económico 2025 que se presente el próximo noviembre. 

Respecto al tema de planeación, es prioritario que la estrategia cuente con reglas claras y procesos competitivos para que cualquier participante presente, ejecute, opere y dé mantenimiento a cada proyecto. En mi opinión, aunque se han hecho avances al respecto, existen temas pendientes para asegurar la correcta implementación de contratos de obra, procesos de asignación y licitaciones. Sobre el tema de ejecución, es importante saber si la estrategia considera Asociaciones Público-Privadas, Obra Pública Tradicional, Concesiones u Obras Públicas Financiadas. En mi opinión, lo importante en cualquier modelo de participación y financiamiento, es buscar el máximo beneficio social y distribuir los riesgos técnicos y financieros.  

Finalmente, para maximizar el beneficio de una infraestructura desarrollada, considero que es importante establecer planes de inversión basados en los requerimientos por parte de la población y sectores industriales elaborados a partir de proyectos con costos alineados a los establecidos en el mercado con participación del sector privado y el sector público. Asimismo, dar seguimiento a las alternativas de financiamiento de proyectos tanto greenfield como brownfield a través del establecimiento de reglas de participación, requerimientos de construcción, procesos de licitación, preparación de calendarios de obra considerando las etapas y requerimientos de cada uno de los proyectos.

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