Aparece nuevo caso de acoso en secundaria técnica 50 de Bosques de San Sebastián

En la secundaria técnica 50 de Bosques de San Sebastián se olvidaron de los principios que tanto pregonan en sus murales informativos, donde repiten hasta el cansancio

¡Ayayay, vecinos y vecinas!

Toca arrancar la semana entre vientos y aguaceros, no sólo climáticos sino también políticos.

Oigan, no es que en esta vecindad seamos muy puritanos que digamos.

No.

Pero si ustedes tienen chance de pasar frente a Ciudad Universitaria, justo en la zona de la Facultad de Contaduría, la Biblioteca de la BUAP y el Círculo infantil, podrán notar la existencia de casi diez antros de nueva creación.

Los más antiguos con tres años de existencia, con nombres harto cotorros, llenos de luces neón, decorados con colores llamativos y con jóvenas y jóvenes entrando y saliendo de esos establecimientos.

Hace algunos años la creación de una ley que prohibía la presencia de bares en las proximidades de las escuelas levantó polémica, pero ayudó a sanear las zonas escolares.

El caso es que eso cambió. O, como diría Emmanuel: “Todo se derrumbó”.

O en el trienio pasado se olvidaron del objetivo de aquella norma, o simple y sencillamente se la pasaron por el arco del triunfo, que después, de manera kármica, fue arco de la derrota.

Bares que promocionan imitadores, promociones de dos por uno, música novedosa, concursos de bebida y otras linduras es lo que ahora existe en la zona que alberga la mayoría de las facultades de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, zona que seguro se distingue desde la torre de Rectoría.

Me chismearon que justo para la operación de esos bares y antros la mochada iba desde los cinco mil pesos mensuales hasta los veinte mil fierros. 

El área de Normatividad del ayuntamiento panista no ingresaba los recursos a Tesorería, sino a una bolsa con puro efectivo.

En la ciudad gobernada por un partido de derecha, bajo el control de un grupo de ultraderecha como lo es el Yunque, la doble moral se hizo presente.

Los negocios desembolsaron dinero mes a mes para que los dejaran seguir operando.

Costos que además se sumaban a lo que sí debían pagar en Tesorería para los primeros permisos.

Una estrategia por goteo, le dicen los pillos.

Vecinos de la colonia Universidades me buscaron para decirme que el problema no es que los “chamacos” salgan a echarse sus tragos, a divertirse y a relajarse por tantísimo estudio (¡ja!), sino que las autoridades solapan la presencia de estos negocios en detrimento de la estabilidad social y la comunión entre vecinos y universitarios.

Ya veremos si la administración de Pepe Chedraui toma cartas en el asunto, o si aplica una estrategia legal para el control de estos negocios, en lo económico y en lo social.

*

En temas menos amables.

¿Cómo ven que en la secundaria técnica 50 de Bosques de San Sebastián, padres y madres de familia acusaron a las y los profesores, así como a la trabajadora social de encubrir a un menor agresor?

El caso que el chamaco malcriado lleva ya bastante tiempo violentando a sus compañeros, entre otras cosas, les baja el pantalón y en grupos de WhatsApp y hasta en Tik Tok circula videos para ridiculizarlos.

Todo mundo sabe lo que pasa en esa escuela y nadie hace nada. Sobre todo, porque no es la primera vez que este centro educativo, ubicado en bulevar Puebla y bulevar Xonacatepec, se ve inmerso en este tipo de escándalos, donde las y los alumnos hacen de las suyas sin que nadie les ponga un alto.

Tal pareciera que en ese plantel educativo se olvidaron de los principios que tanto pregonan en sus murales informativos, donde repiten hasta el cansancio que sus valores son la amistad, la bondad y el compañerismo y, que además, se centran en fomentar la cultura de la paz, el respeto y la convivencia escolar.

Y, a todo esto, ¿la SEP no hará nada?

¿Dejarán que este menor de edad siga violentando a sus compañeros a costa de su paz mental y de su rendimiento escolar?

¿Y los profesores y directivos seguirán haciéndose de la vista gorda sin consecuencia alguna?

No se vale.

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde.

Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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