El gato que buscaba un nombre de Fumiko Takeshita y Naoko Machida
Todos tenemos derecho a ser nombrados y a muchos de nosotros nos gusta el nuestro
Un gato deambula por las calles en busca de un nombre. Todos tenemos derecho a ser nombrados y a muchos de nosotros nos gusta el nuestro. “Gatito”, le llamaban cuando pequeño. Después, simplemente le decían “Gato”, pero nuestro protagonista no se siente cómodo con el nombre genérico de su especie. Camina por los suburbios y se encuentra con algunos amigos felinos, a quienes les va preguntando cómo fue que obtuvieron sus nombres. Así se encuentra con Leo, el gato de la zapatería quien, orgulloso de su supuesta melena, es el rey de los tenis y sandalias. Nuestro gato sin nombre continúa su camino y llega a la librería en donde conocerá a Harry, el gato que cuida los libros y al que parece que le pusieron ese nombre gracias a un joven mago. Las andanzas no terminan y se topa con Concha y Nata, dos gatos de la panadería que tienen dos sabrosos nombres. Pulga es el nombre del gato de la verdulería, quien confiesa –con un poco de vergüenza– que recibió ese nombre porque era muy pequeño cuando era cachorro, aunque después, su tamaño desentone con su nombre. Así van sucediendo gatos y hasta perros, quienes se llaman por su nombre cuando se ven. Todos tienen uno menos nuestro gato protagonista. Un día, al llegar a un templo, se encuentra con Dharma quien le dará una enorme lección a nuestro gato, aunque no comprenda del todo las palabras: –¿Por qué no lo eliges tú mismo? No es tan difícil. Puedes encontrar un nombre hermoso. Señal, flecha, carro, bicicleta, anuncio, estacionamiento. No hay ninguna palabra bonita que convenza a nuestro gato como para elegir un nombre. Una tarde lluviosa, el gato tiene que guarecerse debajo de una banca. Hasta ahí llega una niña quien le dice: –Hola, ¿tienes hambre? […] ¡Qué ojos tan bonitos! ¡Color limón! En ese momento, nuestro felino protagonista se da cuenta del verdadero significado de su búsqueda: Ahora lo entiendo. No es que necesite un nombre. Lo que de verdad necesito es alguien que me nombre. Fumiko Takeshita es una autora japonesa de cuentos infantiles, entre los que destacan La banca del parque, Hello Hello y Pin Pon Basu, por su parte, la también japonesa Naoko Machida es ilustradora, obtuvo dos veces el premio de libros ilustrados de Japón por El viaje de la novia mapache y por El gato que buscaba un nombre. Me despido como decía el maestro Ibarra Mazari: ya mis burros van lejos, voy y vengo. |
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