Periodismo con causa

Abismo de cristal: la trampa sexista para desacreditar a una mujer

Las mujeres logran el poder, pero enfrentan barreras invisibles que dificultan su permanencia. El sistema aún conspira contra su liderazgo.

La vecindad Podcast

Memorias del Crimen

Ya no es suficiente que las mujeres rompan los “techos de cristal”; vencer los obstáculos que le impiden alcanzar puestos de alto nivel en las organizaciones es el menor de sus problemas.

Ahora las mujeres deben librar los llamados “abismos de cristal”; es decir, vencer las barreras invisibles cuando consiguen acceder a cargos directivos.

Esa es la trampa sexista: llegar ya no es imposible, sino mantenerse. 

Lo difícil ahora que las mujeres han ido accediendo a puestos directivos y puestos de poder es que salgan airosas de su cargo teniendo prácticamente a todo el mundo en contra, así lo advirtió para Tribuna Noticias la política y activista poblana Rocío García Olmedo.

De acuerdo con Lourdes Pastor, activista española, una vez llegado a los puestos de poder hombres y mujeres no se enfrentan a las mismas situaciones; el impacto de género pone de manifiesto que, a las mujeres, por norma general, siempre se les exige más y están más expuestas a sufrir discriminaciones por razón de sexo. 

“Muchas mujeres que consiguen ocupar estos puestos se encuentran dirigiendo organizaciones en crisis o en situaciones muy precarias, sin apoyo y sin los recursos necesarios para alcanzar el éxito, lo que las pone en una situación propicia al fracaso, es decir, al borde del acantilado", aseguró la también socióloga.

¿Cómo han afectado los “abismos de cristal” a la Presidenta Claudia Sheinbaum?

Este tema toma vigencia luego de un video que se hizo viral donde la cúpula de Morena, conformada en su totalidad por hombres, ignoran en un mitin a la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo.

Este desplante sería impensable que le ocurriera a Andrés Manuel López Obrador (AMLO), o a cualquier otro hombre que ostentara el cargo de Presidente y no Presidenta con “A”. Con los hombres te cuadras o te cuadras, así está marcado en el manual del sistema patriarcal.

Pero, no es la única señal de alerta que busca lanzar al precipicio a la máxima autoridad del país comandada por una mujer. Ahí está también las modificaciones que se hicieron a la reforma que presentó la Presidenta Sheinbaum contra el nepotismo.

La mayoría de Morena en el Senado, incluidos sus aliados del Partido del Trabajo y del Verde Ecologista, contravinieron los deseos de Sheinbaum Pardo y aplazaron su entrada en vigor de 2027 a 2030.

Los promotores de este inesperado cambio fueron nada más y nada menos los amigos y cómplices del expresidente AMLO, Adán Augusto López y Manuel Velasco, sí los mismos que la ignoraron.

Los hombres del poder decidieron ignorar a la Presidenta Claudia Sheinbaum en un mitin

Hace apenas 6 meses, las iniciativas del Presidente, con “E” mayúsculas, pasan de forma exprés y sin discusión alguna. Es más, ni se esforzaban por fingir que estaban supeditados a las órdenes del gran patriarca. “Es un honor estar con Obrador”, presumían.

Te puede interesar: Voz de los Desaparecidos Puebla exige justicia durante el Luto Nacional 

¿Qué mujeres en Puebla han sido presas de los “abismos de cristal”?

No hay que ir muy lejos.

En Puebla, hemos visto de sobra cómo las mujeres que llegan hasta lo más alto se enfrentan con mayor severidad a las críticas, se les cuestiona el doble y al más mínimo error se les señala como “las peores de la historia”.

Véase el caso de la expresidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco (2018 – 2021), la política más violentada de Puebla, que durante su trienio los discursos de odio se normalizaron por
encomienda del Ejecutivo -un hombre por cierto- y fue juzgada con mayor severidad que sus antecesores… y que sus sucesores también.

La expresidenta municipal de Puebla, Claudia Rivera, fue duramente criticada por utilizar tenis
 

Un buen ejemplo es cuando rompió el protocolo y acudió a eventos públicos portando unos tenis blancos, como si la vestimenta fuera obstáculo para desempeñarse en el cargo y, peor aún, como si a los hombres se les juzgara por cómo visten.

Y ya para cerrar, no podemos dejar a un lado el conflicto de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), azuzado por gente externa para desestabilizar a la universidad previo a la posible reelección de la rectora con “A”.

Queda claro que alguien no quiere que la maestra Lilia Cedillo Ramírez siga al frente y qué mejor que aprovecharse de un conflicto estudiantil para sacar raja política y para exponerla como una mujer que no puede con el paquete. 

Se generó el escenario perfecto para que el imaginario colectivo crea que la mejor opción es un hombre al frente, porque, claro, a los hombres sí pueden.

Sí, es cierto que las mujeres han ido avanzando a los puestos de poder a base de esfuerzo y dedicación extra, pero una vez que llegan a la cima la estadística de éxito podría ser desalentadora, porque el mundo machista conspira en su contra y se encarga de hacernos creer que las mujeres no son capaces por el simple hecho de ser mujeres. 

Nos estamos abriendo camino lentamente, pero cuando logramos llegar, tendremos que luchar contra corriente.

La gran incógnita es: ¿Quién asegurará el piso parejo para que cuando una mujer asuma el poder transite en igualdad de condiciones que los hombres?

No cabe duda: en este mundo machista, que una mujer llegue, aún pesa.

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.