Lunes 25 de Agosto de 2025

La dirigente nacional de Morena, Luisa María Alcalde, regresó a sus momentos de ‘viralidad’ en las redes sociales del país porque hace poco se le atribuyó la autoría de la siguiente frase: “donde gobierna Morena no hay baches, ni problemas de drenaje ni alumbrado público”. ¡Uf! Y el público antimorenista —que va creciendo día con día— se le dejó venir con una avalancha de descalificativos contra María Luisa: mentirosa, charlatán y otros más. Los morenistas se trataron de defender, pero lo hicieron mal. Dijeron que la “oposición conservadora” sacó de contexto la frase solo para molestar a los morenistas, pero el tener que aclarar o justificar eso, implica que, en efecto, los gobiernos morenistas no son realmente buenos y que esos servicios básicos, en sus gobiernos, son deficientes.

Luisa María Alcalde, dirigente nacional de Morena

La capital poblana es buen ejemplo de lo anterior. El presidente municipal, Pepe Chedraui, reconoció en junio de 2025 que en la ciudad hay más de 300 mil baches. Para taparlos anunció que invertiría junto con el Gobierno del Estado 160 millones de pesos. Pero cualquiera que salga a dar una vuelta en coche o que tome transporte público por la ciudad puede comprobar que esa inversión, si se ha ejercido, no se nota. Los supuestos “bacheos” aparecen en las páginas de los convenios con los medios, donde se publican fotos bonitas de calles recién parchadas. En la vida real, lo que hay son trabajos chafas, mal hechos, que en un par de meses estarán igual o peor.

Y no lo digo yo, lo dice la gente que todos los días se topa con un cráter distinto. Una usuaria, Katty Atzuko, resumió en redes sociales lo que muchos pensamos: “Los que taparon se destaparon. Hace falta pavimentación, con el dineral que entra de las verificadoras, multas, licencias y todo eso sí alcanza”. Otro ciudadano, Porfirio Ortega Monroy, puso el dedo en la llaga: “Se debería hacer con concreto hidráulico, solo tapar baches es temporal y solo es dinero tirado a la basura (o de eso se trata, de hacer contratos millonarios y solo taparle el ojo al macho)”.

Pero los baches son apenas la superficie del problema. El Diagnóstico del Ayuntamiento de Puebla 2025 admite que más de 44 mil viviendas no tienen agua potable. Repito: en pleno siglo XXI, en una de las ciudades más importantes del país, decenas de miles de familias todavía viven sin acceso al agua. Es más, lo dice el propio Secretario de Bienestar de la capital poblana: “Un total de 77 mil 690 personas, que representan 12 por ciento de las más de 600 mil que viven en situación de pobreza y marginación en la ciudad de Puebla carecen o no tienen acceso a agua potable”. Y no es un caso aislado; Puebla ocupa el primer lugar en rezago de servicios básicos en la región centro, con un 21.61% de hogares sin agua, drenaje o electricidad, lo que equivale a 403 mil 118 viviendas. En el estado de Puebla, “63 mil 404 viviendas no tienen algún tipo de drenaje para drenar el exceso de agua y desechos, lo que podría poner en riesgo la salud de sus habitantes y del propio inmueble”, denuncia una nota de El Sol de Puebla del 22 de mayo de 2024.

Centro Histórico de Puebla 

Entonces, ¿qué pasa? Que el discurso dice una cosa y la realidad otra. Morena quiere hacernos creer que gobierna con eficiencia, pero los hechos la contradicen todos los días: calles destrozadas, colonias enteras sin servicios y obras públicas hechas al vapor.

Y aquí está el punto central: el problema de Morena no es que la oposición “saque de contexto” sus frases, sino que no existe una política nacional seria para atender las necesidades básicas de la gente. El dinero que debería destinarse a infraestructura social se reparte con criterios clientelares, se gasta sin planeación y termina convertido en propaganda.

El problema de Morena no es la “oposición conservadora” ni las “fake news” de las redes. El problema de Morena es Morena. Porque mientras sus dirigentes presumen que ya no hay baches ni carencias, en las calles los carros siguen cayendo en hoyos, las colonias siguen sin agua y miles de familias siguen esperando servicios elementales.

A nivel federal, el panorama no mejora: no existe una política seria que garantice la inversión en infraestructura social. Por eso, cada vez que alguien en Morena repite que “ahí donde gobiernan no hay problemas”, los ciudadanos no saben si reír o llorar. Porque lo único que realmente no hay… son resultados. ¿Cómo cambiaremos eso? Sacando del poder a Morena, porque es un partido que no sabe resolver los problemas del país: no hace obras, no mejora la educación, no garantiza los servicios básicos de la población y un largo etcétera más. Para sacar a Morena del país, urge que el pueblo se organizase y se eduque, para que comprenda que él debe tomar el poder político si quiere acabar, de una vez por todas, con la pobreza.

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