Lunes 08 de Septiembre de 2025

Antes de comenzar, si eres mujer recuerda: a todas las mujeres la sociedad nos juzga en colectivo. No dicen “esa mujer conduce mal”, dicen “todas las mujeres son unas pe#@*:% conduciendo”. Basta con que una haga algo mal para que se ponga en entredicho nuestra capacidad grupal.

Y si bien este miércoles toca decidir si la doctora Lilia Cedillo fue una buena o mala rectora, lo único que yo, en mis adentros, me puedo preguntar es: ¿saben lo que tuvo que enfrentar esta mujer para estar en un puesto de gran poder como este? ¿Y el legado que ha dejado para todas las demás que vamos detrás? Recordemos un poco la historia de nuestra benemérita universidad que, después de 33 rectores hombres (desde 1937) y tras un reinado meramente patriarcal plagado en varios casos de escándalos como ecocampus inconclusos, despidos laborales masivos, acosos sexuales (porque ahí no eran algunos señalados de encubridores, jaja, ahí eran ellos los acusados directos) y un sinfín de sospechas de desvíos millonarios, se abrió la puerta (o más bien la tiró) a la primera mujer en toda la historia de la Universidad.

Y ojo aquí: no, ella no llegó solo por ser mujer, llegó por el sinfín de premios, logros y el impresionante currículum que posee. ¿O cuántos de nosotros, lectores, podríamos presumir un CV similar? Échenle una revisadita a su página, si desconfían de lo que esta vaquera galáctica les dice.

Y sin importar si eres team Lilia o team… ¿cómo se llama el otro candidato? Porque, ojo, yo personalmente no lo conocía, ni conozco, y después de 4 años de ser orgullosamente hija de la BUAP no sabría decirles ni para bien ni para mal absolutamente nada de él.

Por ello hoy solo escribiré de lo que sí conozco: algunos de los logros que en su camino esta chaparrita, con su toque maternal que la caracterizó, nos dejó en su administración.

La que será, yo creo sin duda, la joya de la corona: la construcción de Ciudad Universitaria 2 (CU2), campus enfocado en ingenierías, ciencias exactas y naturales.

La ampliación de la oferta académica: esta vez la matrícula superó los 118 mil estudiantes. La universidad creó nuevos programas: 95 licenciaturas, 106 posgrados, además de otros programas técnicos y de bachillerato. La oferta académica subió a 319 programas (165 licenciaturas y 120 posgrados). Y la modalidad en línea de CU2 atrajo a 12 mil aspirantes. ¡Simplemente impresionante!

Sin olvidar que la mitad de esta matrícula recibe algún tipo de beca, condonando cuotas totales a estudiantes de zonas de alta marginación y dando apoyos a estudiantes con discapacidad, madres jóvenes, etc.

También apoyó a su planta docente, otorgando plazas de tiempo completo, promoviendo cerca de 300 académicos, dando alrededor de 419 reubicaciones definitivas y entregando más de 1,592 estímulos al desempeño.

¿Y en deportes y cultura? Nada más y nada menos que inauguró el canal TV LOBO Plus y consiguió la participación masiva en la Carrera Universitaria 2023 (más de 23 mil personas).

Y, obviamente, a las mujeres nunca nos olvidó.

Impulsó la creación del Espacio de la Mujer en Ciudad Universitaria (CU), propuesta del colectivo Contingente Universitario, además de brindar beneficios a estudiantes madres de menores de 12 años con horarios de clase flexibles y la instalación de espacios especiales para lactancia en diferentes prepas y campus universitarios.

Todo esto, por mencionar algunos logros, entre temas de investigación y vinculación nacional e internacional, donde estudiantes realizaron estancias en 18 países y se recibieron 250 visitantes internacionales. O en investigación y apoyo académico: actualmente hay 865 investigadores en el SNI y 1,197 con perfil PRODEP, además del reconocimiento a cinco científicos como Investigador Nacional Emérito por CONACYT.

Así que ahora que ya sabes apenas la puntita de lo mucho que nos dejó, la pregunta sería: ¿por qué no votar por ella?

Por ahora… solo queda esperar qué pasará en esta galaxia universitaria y ver si una de las pocas mujeres en el poder se sostiene o si tendrán que pasar muchos años más para que la BUAP se pinte de rosa de nuevo y no perdamos como mujeres ese espacio ganado.