Miércoles 17 de Septiembre de 2025

El Grito de Independencia es una tradición que se enmarca en la conmemoración histórica de nuestra independencia.

Cierto es que no existe un artículo específico ni en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ni en la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, que dicte palabra por palabra, el contenido de la arenga presidencial.

El protocolo y los elementos que la conforman, como la arenga y los ¡vivas!, son una costumbre cívica que ha evolucionado a lo largo del tiempo.
Es decir, no señala una fórmula o un guion estricto para las arengas que debe pronunciar el presidente o presidenta durante el Grito de Independencia.

Aunque el Grito de Independencia más importante es el que se da desde el balcón presidencial cada 15 de septiembre en el Zócalo capitalino, se han incorporado, desde hace muchos años, gritos de independencia de gobernadores y de algunos presidentes municipales.

Muchos presidentes respetaron el grito tradicional:
“¡Vivan los héroes que nos dieron patria y libertad!”
“¡Viva Hidalgo!”
“¡Viva Morelos!”
“¡Viva Josefa Ortiz de Domínguez!”
“¡Viva Allende!”
“¡Viva Aldama! ¡Viva Matamoros!”
Para terminar con un “¡Viva la Independencia nacional!” y tres “¡Viva México!”.

Con el tiempo, se han incorporado a diferentes héroes que no participaron en la lucha por la Independencia nacional y diferentes frases, según los tiempos y los gobiernos en turno.

Desde “¡Viva la modernidad!”, “¡Viva nuestra soberanía!”, con López Portillo, hasta “¡Viva la unidad nacional y la paz!” y un “¡Viva Leona Vicario!” por parte del presidente Vicente Fox, pasando por el “¡Viva Emiliano Zapata!”, de Carlos Salinas de Gortari.

Este año, el Grito de Independencia era muy esperado por los mexicanos, dado que por primera vez iba a ser pronunciado por la primera mujer presidente, Claudia Sheinbaum.

Ella incorporó, por ejemplo, a las “heroínas anónimas”, a las “mujeres migrantes”, y a las “mujeres indígenas”, así como a Doña Josefa Ortiz, pero con sus apellidos paterno y materno, Josefa Ortiz Téllez-Girón, mandando un claro mensaje feminista.

Las nuevas arengas que incorporó fueron:
“¡Viva la dignidad del pueblo de México!”
“¡Viva la libertad!”
“¡Viva la igualdad!”
“¡Viva la democracia!”
“¡Viva la justicia!”
Y un “¡Viva México libre, independiente y soberano!”.

Sin duda, esas nuevas frases hubieran quedado grabadas en el imaginario colectivo, de no ser porque diferentes gobernadores y presidentes municipales cometieron grandes pifias al arengar en sus estados y municipios, tratando de improvisar o de innovar, generando la burla y el escarnio público.

Del grito de este 15 de septiembre hay muchos, como el del gobernador de Sinaloa, que gritó un “¡Viva la cuarta transformación!” ante un Zócalo vacío en Culiacán, o el “¡Viva Leonario Vicario!” del gobernador de Puebla.

Si de los errores de los presidentes municipales hablamos, no debemos olvidar al presidente municipal de Escárcega que gritó:
“¡Viva Josefa Ortíz de Pinedo!”;
o al alcalde de Jiutepec, Morelos: “¡Viva María José, Viva Josefa Ortíz Domínguez!”;
o al alcalde de Cd. Madero: “¡Viva Josefa María Morelos y Pavón!”;
o al presidente municipal de Cuautla, Morelos, que en aparente estado inconveniente arengó:
“¡Viiva nuestra generación… el general, perdón, José María Morelos y Pavón!”.

Estos son algunos de los pocos gritos de independencia que se han difundido en redes sociales en las diferentes plazas públicas de nuestro país.

¿Se imaginan cuántos errores se cometieron por falta de cultura, de preparación y por intentar improvisar?

Claro que no se puede olvidar aquél grito del presidente municipal de Huatabampo, Sonora, en el 2003:
“¡Viva el erótico pueblo de México!”.

Así las cosas en nuestro país y sus diferentes gritos de independencia.

 

 

 

 

Es politólogo