Jueves 13 de Noviembre de 2025

Movimiento Ciudadano es de los partidos políticos con registro el que mayor crecimiento tuvo en el proceso electoral federal del año pasado.

Es un partido que se alimenta de desechos de los otros partidos, aunque se autoelogia como el partido de la nueva política, algo inverosímil si se ve quiénes son sus cuadros dirigentes.

El control total lo tiene Dante Delgado Rannauro, un viejo expriista que bajo los colores de ese partido logró ser gobernador interino de Veracruz y se mantiene al frente del partido que fundó como Convergencia por la Democracia.

Dos veces más Dante buscó el cambio de nombre. Primero lo acortó como Convergencia y después lo cambió a Movimiento Ciudadano.

Como dueño de la franquicia Dante procura dejar la dirigencia nacional en personajes distintos a él, pero manteniendo el control del partido y asumir la dirigencia cada vez que se acerca un proceso electoral.

Lo hace de esa manera, para ser quien elija a los candidatos a gobernadores, diputados federales y alcaldes.

Esa fórmula le funciona como maquinaria de reloj, con precisión y sabe en qué momento ajustarla.

Lo acaba de hacer nuevamente, cuando se especula que MC se aliará con el PAN para competir en distintos espacios, principalmente en Nuevo León, donde hacerlo los acercará al triunfo por el gobierno estatal.

Y mientras la dirigencia nacional se debate entre hacer nuevamente mancuerna con el partido blanquiazul, sin importar el soberano fracaso de la presidencial de 2018, el regreso de Dante puso las cosas claras. MC no hará alianza con nadie e irá a los comicios federales de 2027 en solitario con candidatos propios, ya que para ello se está agenciando a expanistas, expriistas y hasta exmorenos.

No hay distingo, la nueva política se practica con viejos políticos, algunos de ellos con negro historial, pero que dotan al partido naranja de su nueva estructura.

Dante regresó al control de MC para mantenerlo firme y evitar la frivolidad que le han dado una serie de nuevos dirigentes que como Samuel García y Jorge Álvarez, tratan de atraer a la militancia joven.

El estilo de Samuel y Jorge no coincide con el de Dante, aunque eso sí le da frescura y sacude un poco las telarañas de los principales dirigentes.

Dante es pausado, relajado, calculador y hecho políticamente a la sombra de personajes como Fernando Gutiérrez Barrios.

Sin embargo, con la presencia de Dante nuevamente en la palestra política y sabiéndolo frágil por la enfermedad que le aqueja, los jóvenes se preparan para cubrir su probable ausencia.

Dentro de la dirigencia nacional se forman dos grupos: el de los gobernadores Samuel García y Pablo Lemus, que protegen a Jorge Álvarez, y el de los dirigentes y militantes más formales, educados en las escuelas del PRI, PAN y PRD, que prefieren un liderazgo como el de Ivonne Ortega, exgobernadora de Yucatán y coordinadora de los diputados federales.

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El Movimiento Generación Z, convocante a la marcha del sábado próximo, difundió una lista de personas no gratas que no fueron invitadas para asistir a la parada. Se trata de los expresidentes Vicente Fox, Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, además de otros como Adán Augusto López, Alejandro Moreno Cárdenas, Xóchitl Gálvez y Gerardo Fernández Noroña. Los convocantes los señalan por actos de corrupción, abuso de poder, influencia extranjera que consideran nociva y vínculos con el crimen organizado, entre otros temas.