Miércoles 26 de Noviembre de 2025

Cuando no se tiene voluntad de resolver los problemas o se es ineficiente para afrontarlos se recurre al reparto de culpas, para quitarse la responsabilidad.

Por eso, tienen razón los que dicen que los problemas deben resolverse, antes que devengan en algo más fuerte.

En los días recientes, una serie de problemas han estallado, ante la poca atención que les puso el gobierno federal.

No es el acabose como presagian algunos, ni se acerca el fin de la Cuarta Transformación como anticipan otros más, pero se deben atender con soluciones prácticas.

Las mesas de trabajo son buenas, siempre y cuando se mantenga un diálogo franco, abierto y con propuestas realizables.

De nada sirve entretener a los quejosos, mantenerlos sentados, si como estrategia se usa el amedrentarlos, condicionarlos o hasta chantajearlos.

Los problemas en el campo son serios y no han sido resueltos y aunque no todo es culpa de la 4T, no se gana nada con remontarnos con señalamientos al pasado, como acostumbran los morenos cuando muestran su ineficacia.

El problema de inseguridad se viene reportando desde hace mucho, especialmente en los siete años que tiene el grupo en el poder y mientras la enfermedad avanza, solamente salen con ungüentos y pócimas.

La crisis en el campo es palpable, por los altos costos para la producción, la falta de apoyos, los intermediarios y más recientemente las extorsiones, todos hacen un conjunto de problemas que no han sido resueltos y solamente se posponen.

Pero el problema de los transportistas y los productores del campo, solamente son dos piezas dentro del complejo tablero de ajedrez de la política.

Quienes protestan se quejan de que el gobierno les da atole con el dedo, mientras que las autoridades minimizan los reclamos.

Julio Berdegué desestimó las protestas, asegurando que no había razones para ellas y manifestó que existen más de 200 reuniones con ellos y afirmó que las cosechas del próximo ciclo fluyen, mientras que la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, acusó que los megabloqueos tienen motivación política.

A todo le ven el lado político y al igual que con las marchas y manifestaciones, el gobierno ubica detrás de todas estas expresiones a militantes del PAN, PRI y otros partidos de oposición y se olvida que en la protesta también hay militantes de MORENA que no están conforme con el trato que se da a los productores del campo.

Hace unas cuantas semanas se realizaron otras protestas de agricultores, principalmente de Jalisco, Michoacán y Guanajuato, donde se convino un precio de $7,200 por tonelada de maíz, aunque solamente fue para quienes se encuentran en esa zona del Bajío.

Sin embargo, la solución a los problemas del campo todavía se esperan y no se advierte una voluntad de las autoridades para resolverlos.

Eso sí, el gobierno ahora sí ve que se afectan a terceros con los bloqueos y se olvidan que ellos hicieron lo propio durante varios lustros y que los que deben resolver los problemas son los morenos enquistados en el gobierno federal.

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Tuvo que salir la presidenta Claudia Sheinbaum para matizar las palabras de Rosa Icela Rodríguez sobre los transportistas que bloquearon carreteras en el país. Al estilo de Fidel Velázquez o del clásico Vicente Fox, dice que se malinterpretaron las palabras de la secretaria de Gobernación, aunque la titular del Poder Ejecutivo dejó caer la sospecha de que dentro de los que se manifiestan hay quienes quieren solamente mantener sus privilegios, aunque no dio nombres.