Vecinas, vecinos, sin duda un buen resultado legislativo es que se sanciones la violencia política de género en las elecciones…

Que se incluya en la ley permitirá que en las campañas los candidatos se concentren en propuestas y no en las personas, y menos que las violenten y se trata de mujeres que buscan un cargo de elección popular.

Pasó en el 2016 cuando la priista, Blanca Alcalá Ruiz, enfrentó al aparato morenovallista y recibió ataques, muchos por razón de género, y entonces el Instituto Electoral del Estado guardó silencio.

En cambio en el 2018, ese mismo organismo una y otra vez se pronunció -muchas veces injustificadamente- contra la oposición por señalamientos dirigidos a la entonces abanderada del PAN-PRD-MC, Martha Erika Alonso Hidalgo.

Vamos a ver si con esto las campañas políticas se vuelven más serias, de propuestas, y alejadas de tanta agresión, particularmente contra mujeres.

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El que otra vez salió a relucir en el debate es el diputado, Héctor Alonso Granados, quien sugirió que se incorporara en la ley la figura de “violencia política de género contra los hombres”.

Claro que más de uno solo alcanzó a llevarse las manos al rotaros en señal de incredulidad y al mismo tiempo indignación, porque cada que este legislador habla ofrece frases contra toda lógica…

Muchos esperan con ansiedad que concluya la Legislatura, porque de esa forma se iría a su casa el representante que no representa a la gente sino a su propio ego, intereses y desinformación.

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Resulta que el gobierno estatal no investiga a todo el gobierno de Guillermo Pacheco Pulido ni al propio interino, sino casos específicos de presunta corrupción, como sucede con la adquisición irregular de uniformes escolares.

Y aunque al principio cualquiera podría inconformarse con el anuncio, dicen que hay lógica jurídica, porque el titular del Ejecutivo no es el directamente responsable de la licitación, adjudicación y contratación de las prendas.

Aunque la pregunta sería qué tanto estuvo al tanto el entonces gobernador, lo que sí podría implicarlo en un eventual acto ilícito.

Por ahora no hay indagatoria que llegue a la puerta de Pacheco Pulido pero no hay que perder de vista su actuación y la de sus funcionarios ya que pueden salir muchas cosas de las que deban revisar en la Fiscalía Anticorrupción. 

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El gobernador Miguel Barbosa tomó la delantera ante los señalamientos de una presunta vinculación con Emilio Lozaya Austin, ex director de Pemex, y la presunta trama de corrupción para aprobar la reforma energética.

Prefirió enfrentar los señalamientos que ya lo relacionaban a quedarse callado, muchas veces sinónimo de complicidad o involucramiento.

Claro que el priista va a sacudir a toda la clase política, pero aseguran que el poblano optó por darle la cara al caso en lugar de esconderse y que crezcan especulaciones.

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.