Vecinas, vecinos, en el Congreso del Estado siempre hay muy buenas ideas, pero también muchas de ellas imposibles…

Si no lo creen, sepan que la Comisión de Seguridad Pública del Poder Legislativo exhortó al gobierno estatal, específicamente a la dependencia que encabeza Raciel López Salazar, a que analice la viabilidad de crear un equipo especializado en materia de medio ambiente, para que vigile los bosques e impida la tala.

El asunto es que los diputados desconocen la ley o de plano pecan de inocencia, o ambas, porque para empezar esa facultad ya le corresponde por ley a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. Que no haga bien su chamba es otra cosa, pero ya hay una instancia para eso.

Por otra parte, apenas y se dan abasto para combatir la inseguridad, y todavía quieren que elementos de la Secretaría de Seguridad Pública se dediquen a esa labor. Que le avisen al presidente de esa comisión, Carlos Morales Álvarez, que no se dejen chamaquear, porque con eso dedican horas de trabajo legislativo a propuestas poco o nada funcionales.

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Ya quedó claro que hay un grupo de regidores del Ayuntamiento de Tehuacán que no quieren saber nada del proceso de disolución que realiza el Legislativo, tanto que ayer por segunda ocasión consecutiva plantaron a los integrantes de la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales.

Al menos el presidente municipal suplente, Artemio Caballero López, envió a su representante legal, aunque para muchos eso resultó en términos políticos, otro desaire a la intención de los legisladores para conocer de viva voz lo que sucede en esa demarcación, tan agobiada por los conflictos gubernamentales.

Ni modo, ahora no hay forma de que se quejen de no ser escuchados, porque en dos ocasiones despreciaron esa oportunidad.

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Para aquellos panistas que piensan en Paola Migoya Velázquez como opción para la candidatura a la presidencia municipal de Puebla, antes deben resolver dos cuestiones de peso: primero, que carece de una identidad partidista; ha sido morenovallista, morenista, ecologista y ahora antibarbosista y con nada se conforma.

En segundo lugar, carece de una propuesta de gobierno, ni rumbo político, y su única actividad en los últimos dos años se concentra en desprestigiar a políticos que no comulgan con sus intereses. Así que, para algunos militantes, no es la mejor opción, pero al final les corresponderá a los miembros del blanquiazul tomar la decisión por cuenta propia.

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Más de uno se alarma porque el Sindicado Independiente de Trabajadores de la Industria Automotriz Volkswagen pidió un aumento salarial de 12 por ciento. En los hechos, cualquiera lo sabe, esa cantidad se establece como punto de partida de la negociación que seguramente concluirá entre un 5 y 6 por ciento, cuando mucho; en las condiciones actuales, por la crisis económica debido a la Covid-19, podría rondar entre 4 y máximo 4.5 por ciento.

No se hagan bolas.

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.