Vecinas, vecinos, cada que pasan los días aparecen más aspirantes que levantan la mano para competir por la presidencia municipal de Puebla.

Hoy se sumó a la lista la diputada local del PAN, Mónica Rodríguez Della Vecchia, que de alguna forma ya había anticipado su interés en participar en el proceso electoral 2020-2021, pero no había una definición respecto de qué posición quería jugar, con posibilidades de salir triunfante en una contienda interna.

Sin embargo en su partido creen que la legisladora posee capital político suficiente pero para contender por una diputación federal, nada más. Incluso, aseguran que conforme lleguen los plazos, se decantará por buscar una curul en San Lázaro, en donde ya tiene experiencia.

Se vienen tiempos complejos en su carrera política, habrá que ver si lograr quedarse con la candidatura, la de verdad, rumbo a la Cámara de Diputados.

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Que alguien le avise a los integrantes del Consejo de la Judicatura Federal que en Puebla los juzgados de distrito de plano ignoraron eso de la sana distancia, ya que entre los asistentes al edificio que poseen frente a Ciudad Judicial, ninguno mantuvo una distancia mínima de 1.5 metros como dicta la recomendación.

Y miren que se esmeraron: colocaron mamparas de seguridad y gel antibacterial; el personal de acceso portó cubrebocas, caretas y en algunos casos, hasta trajes de protección, pero nada sirvió porque en la fila, unos estaban prácticamente detrás de los otros…

Más de uno criticó que los abogados conozcan mucho de leyes pero nada de sentido común. Dicen que ya en el interior del inmueble, tampoco existió mucho control que digamos, en lo que se refiere al distanciamiento. En fin, quedaron en deuda.

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Cuentan que la regidora Luz del Carmen Rosillo Martínez está que trina, todo porque sus compañeros morenistas impidieron que realizara una sesión en plataforma virtual para discutir reasignaciones en el gasto del gobierno municipal; incluso, sostiene, propuso organizar una videoconferencia en aras de apoyar a dos personas que argumentaron motivos de salud para justificar su inasistencia a junta presencial.

Claro que no se quedó con las ganas y ventiló su inconformidad en redes sociales que no hay nadita de empatía de parte de regidores emanados de Morena, cuando se trata de utilizar la tecnología para evitar contagios de SARS-CoV-2.

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El presidente municipal de Cuetzalan, Gerson Calixto Datolli, se apuró en difundir por los cuatro vientos que no padece Covid-19. Y es que el fin de semana, allá en el Pueblo Mágico, corrió la versión de su contagio y obviamente, no faltaron los que se pusieron nerviosos sobre cómo operar el ayuntamiento en su ausencia.

Y como también surgieron auténticos buitres, dicen, buscó que apuraran la entrega de sus resultados y finalmente salió negativo…

¡Qué nervios! El edil festeja que se encuentra sano, pero comentan que en su propio gobierno hay quienes se desencantaron, los muy maloras.

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.