Vecinas, vecinos, si el Gobierno del Estado decide mantener el festival Ciudad de las Ideas para su edición 2021, deberá entender que a estas alturas el evento padece un enorme desprestigio toda vez que, su curador y promotor, Andrés Roemer, ya enfrenta más de 60 denuncias por abuso o acoso sexual.

De hecho, hay quien cree que ya van tarde en emitir una postura, después de que la Secretaría de Relaciones Exteriores retirara a ese personaje como embajador ante la Unesco. Lo que ha sucedido, es que dejan a la autoridad estatal con escaso margen de maniobra y en evidencia de que la Secretaría de Igualdad Sustantiva no funciona o al menos no en casos polémicos.

Es cierto, falta mucho para el evento, pero dejar pasar el tiempo puede convertirse en sinónimo de indolencia. En fin, ya sabrán...

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Y no solo Eduardo Rivera enfrenta la falta de conducción política del proceso interno en el PAN, ahora le pasó a Francisco Fraile García, que aspira a encabezar la coalición en San Andrés Cholula. La morenovallista, Blanca Jiménez Castillo, impugnó la decisión del blanquiazul para que en ese municipio postulen a un hombre.

La exfuncionaria se encuentra en todo su derecho, eso no tiene crítica, el asunto es que siguen surgiendo conflictos por la falta de operación de la dirigencia a cargo de Genoveva Huerta Villegas. El problema mayor es que está delegando la responsabilidad de la “operación cicatriz” a los que resulten candidatos.

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Buena decisión de la Secretaría de Salud estatal recurrir a los campus universitarios para que sean sedes de un proceso de vacunación una vez que comienza la aplicación en Puebla capital contra la Covid-19. Por ahora participarán la UDLAP, la Anáhuac, Ibero y el ITESM-Puebla.

Ahora, no solo es necesario un buen sitio, amplio, para evitar al máximo las concentraciones masivas sin sana distancia; se necesita, además, una buena logística contra las largas filas en pleno rayo del sol e información constante para evitar decepciones que ya son muchas.

En este caso, José Antonio Martínez se anotó un punto, hay que ver cómo aterriza.

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Un año después de la megamarcha estudiantil nada cambió, solo que el impacto de la omisión o la falta de resultados de las autoridades para con los universitarios no se nota por la pandemia. Lo malo es que no aprovecharon esta coyuntura para avanzar y cuando los jóvenes vuelvan a las aulas, la inseguridad permanecerá ahí.

Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes.