Vecinas, vecinos, quien anda más que decepcionado con el Revolucionario Institucional es el mismísimo diputado local, Jonathan Collantes Cabañas, porque ya no será candidato a diputado federal en el distrito 8 con cabecera en Ciudad Serdán, en donde, según él, posee una estructura de movilización política.

Y aunque hay versiones que lo ubican en otra posición de cara a la próxima contienda electoral, lo cierto es que sus posibilidades de éxito se reducen porque fuera de la región, se convierte en un auténtico desconocido y queda a merced de cualquier candidato de Morena que tenga un poco de trabajo político y social.

Ya veremos en qué concluye su historia, aunque como él, muchos coinciden en que su remoción de la candidatura que le prometieron lo condena a pelear el doble en cualquier otra posición. ¡Ni modo!

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El delegado federal -que no es nada súper-, Rodrigo Abdala Dartigues, ahora sí enfrentará una prueba mayor ahora que se avecina la vacunación de adultos mayores en la ciudad de Puebla, después del desastroso inicio en San Andrés Cholula, y la mejor logística aplicada en los últimos nueve municipios a donde llegó la vacuna.

Ahora bien, ya es momento, dicen, que el gobierno de Miguel Barbosa Huerta, a través de su titular de la Secretaría de Salud, José Antonio Martínez, asuman un rol activo para que el programa sea exitoso, y no se queden viendo desde lejos y solo se deslinden cuando vienen las complicaciones.

Claro que, por el bien de la sociedad, se desea que todo salga bien, ahora les toca a las autoridades demostrar que están a la altura.

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Por cierto, que alguien le envíe un aviso a Hugo López Gatell, el subsecretario responsable de la estrategia anti Covid-19, porque todavía no acaban con la vacunación a los médicos, comenzaron a inocular a los adultos mayores, segmento poblacional aún en proceso de atención, y ya quieren llamar a los profesores universitarios y maestros de nivel básico y medio superior.

Incluso la mejor prueba de la deficiente actuación pública es que, todavía hay personal de salud, como los que ayer se manifestaron afuera del Hospital de Ortopedia del IMSS, que siguen sin recibir la vacuna. Es hora de darles la cara, si es que de verdad les importan.

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Los Soto o la FTP-CTM, como quieran verlo, quieren apoderarse de Rafael Lara Grajales porque, aunque lo nieguen, quieren convertir al municipio en su pequeño coto de poder. Al parecer, dicen, no es suficiente que pretendan controlar todos los contratos colectivos de trabajo de las empresas del lugar, también quieren el poder político.

Vecinas, vecinos, nos saludamos el lunes.