Pragmatismo a la mexicana.

Vecinas, vecinos, atestiguamos lo que politólogos identificaron como pragmatismo, es decir el ejercicio político alejado de cualquier influencia ideológica, con el objetivo único de alcanzar un fin: ganar una elección. Puesto en esos términos, podría decirse que así debemos entender lo que pasó ayer en la sede del PRI en el Centro Histórico, al recibir al panista, Eduardo Rivera Pérez.

Muy a la mexicana, los partidos políticos que durante décadas fueron antagónicos, hoy se olvidan de esas diferencias porque quieren, a toda costa, ganar la mayoría de las posiciones de elección popular que se estarán en juego este 6 de junio. Quieren la mayoría de la Cámara de Diputados, gubernaturas, presidencias municipales y diputaciones locales.

Ya veremos si esto les funciona y en particular a Eduardo Rivera ya que, si bien reduce la polarización del voto, trae consigo otros riesgos tanto durante la campaña como al momento de ejercer gobierno, si es que llega a ganar los comicios. Pero bueno, cada quién sabe su cálculo político.

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El gobernador Miguel Barbosa Huerta quiere que se transparente el procedimiento que derivó en la designación de Claudia Rivera Vivanco como candidata de Morena a la presidencia municipal de Puebla y que dejó al margen a su protegido, Gabriel Biestro Medinilla; sin embargo, su interés no se entiende del todo, en un contexto de institucionalidad.

El directamente interesado es el diputado con licencia y ya hizo su tarea al impugnar la designación ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en espera de que por lo menos le indiquen cómo es que su partido llegó a la decisión que tomó. Lo del gobernador está de más, ojalá se lo digan sus asesores.

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Ya quedó claro, el delegado Rodrigo Abdala Dartigues sigue demostrando incompetencia en su intento por organizar en Puebla un proceso de vacunación ordenado, sin molestias para los adultos mayores y, principalmente, que no se convierta en un foco de contagio de Covid-19. Cuando parece que lo logra, falla todo y surge el caos y las inconformidades de la sociedad.

Ayer en Ciudad Universitaria pasó lo mismo. Cuentan que comenzó bien pero solo dos horas después todo se desordenó; fallaron filtros, turnos, se formaron enormes filas, se perdió la sana distancia... No está mal dejarse ayudar y más si es visible que no puede con una logística digna y eficiente.

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Y cada vez hay menos tiempo y nadie sabe nada de los partidos satélite del morenovallismo. Tanto Pacto Social de Integración como Compromiso por Puebla andan perdidos, sin definir candidatos y, dicen, en espera de colgarse de lo que pueda, porque de plano no consiguen buenos perfiles.

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana.