Vecinas, vecinos, el proceso de admisión en la BUAP movilizó a la comunidad estudiantil. Al interior de la universidad empezaron las actividades a partir de las 6 horas de ayer; por su parte, los aspirantes a ingresar intensificaron su preparación para aparecer en la lista de aceptados.

Hasta los altos mandos de la Máxima Casa de Estudios se pusieron las pilas para albergar a los estudiantes de nuevo ingreso. No todos serán aceptados, sólo quienes aprovecharon las clases virtuales podrán formar parte la comunidad lobuna; otros deberán esperar un año más para volver a intentarlo. 

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Como una cachetada con guante blanco a los homofóbicos, se celebró primero la marcha lésbico gay y luego el día del Orgullo LGTBIQ+, los que se oponen a la inclusión del grupo de personas con diversas preferencias sexuales deberán enfocar sus fobias a otro canal.

Cada vez gana más terreno el movimiento en una sociedad tan cerrada como la poblana, la libertad de identidades es incluyente para toda la gente. En Puebla, los casamientos gays ya fueron autorizados aún en contra de la iglesia. Son tiempos de apertura.

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Las ideas que suman siempre serán bienvenidas, aunque otra cosa es que resulten, la Secretaría de Turismo y el Club Puebla se unieron para proyectar al estado a nivel nacional e impulsar la recuperación económica. Manuel Jiménez, presidente del club, y Marta Ornelas, secretaria de Turismo, planean mostrar los recursos naturales y atractivos  turísticos de Puebla en los sitios donde juegue la oncena camotera.

Sin duda es un buen proyecto, el inconveniente es que sólo serán 8 estados con algunas repeticiones como la capital mexicana, Jalisco y Nuevo León, la promoción será reducida y con los estadios semivacios aún más.

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Vecina, vecino, nos leemos mañana.