Vecinas, vecinos, si hay algo que enoja es que los diputados, quienes debieran legislar a favor de las y los ciudadanos, sean omisos y velen por los intereses de grupos de poder, de maleantes o de políticos corruptos que operan al margen de la ley. En México, el país de la impunidad, cada vez es más frecuente escuchar casos como los de Félix Salgado Macedonio o Saúl Huerta Corona, legisladores acusados de abuso sexual. Aún teniendo pruebas en su contra, burlan la ley, se amparan en el proteccionismo que les brindan sus colegas y viven, operan y siguen ejerciendo un cargo público como si no hubiera víctimas de por medio. Además de mermar la poca confianza que queda en la ley y en las instituciones públicas, abre la puerta para que más políticos sigan haciendo de las suyas.

Esto sale a colación, luego que los diputados federales por tercera ocasión no reunieran los votos suficientes para ejecutar el desafuero contra Huerta Corona. El 31 de agosto termina su ejercicio y entonces habrá que buscarlo hasta por debajo de las piedras. Conociendo la justicia mexicana, el poblano desaparecerá del mapa hasta que sus delitos prescriban o, bien, hasta que nuestra memoria se haya olvidado de él. ¡No se vale!

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El tema que sigue siendo una piedra en el zapato en la actual administración es la ley de desaparecidos que el Congreso de Puebla se negó siquiera a discutir, embaucando a los familiares y rompiendo acuerdos con organizaciones que se dedican a la búsqueda de personas. Ahora, los familiares señalan a las autoridades estatales de intimidación a través de personas enviadas, comúnmente llamadas orejas, espías o ponededos, de esos que andan como golpeadores y reventadores de movimientos.

La estrategia del Congreso es digna del manual del autoritarismo: primero, intimidar; luego, aburrirlos y desesperarlos. Total, los legisladores siguen riéndose desde su curul, pues no les importan las justas exigencias de quienes han dejado de saber de sus familiares.

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A pesar de que nos quieran vender gato por liebre, la realidad es que el estado de Puebla continúa en un remolino de inseguridad, entre homicidios, feminicidios, secuestros y robos. Resulta que el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública dice que en todo Puebla hubo un incremento en 7 de 13 delitos de alto impacto, de los cuales destaca un alza de 182.13% en robo a transeúntes, durante  el segundo trimestre del año. El homicidio doloso es el que ha presentado un incremento del 14.86 por ciento… Para qué les sigo detallando las cifras, porque entre la indignación de unos y el hecho de que se quiera tapar el sol con un dedo del otro, pues ya ni para dónde hacerse.

A todos estos delitos sumémosle el impacto en la economía y en los índices de violencia por la pandemia. ¡Estamos fritos, me cae!

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Que el auditor Superior del Estado de Puebla, Francisco Romero Serrano, se encuentra internado en el hospital Puebla, debido a complicaciones de salud ocasionadas por el Covid. Desde acá se le desea que pronto logre superar al bicho que sigue haciendo de las suyas.

Vecinas, vecinos, espero mañana caerles con información más amable.