Por La Rascona
 
Vecinos, vecinas, no hay hora que no llegue ni plazo que no se cumpla y después de más de cien días, 100 días de ser señalado de presunto abuso sexual a un menor de edad ya le quitaron el fuero al diputado Saúl Huerta, una piedra que incluso fue fundamento principal del PRIAN durante el reciente proceso electoral para tundirle a Morena.
 
El poblano enfrentará la justicia como un pobre mortal, con esta noticia se abre la puerta para que las y los ciudadanos recuperen la confianza en las instituciones y, de comprobarse sus delitos –que dicen las malas lenguas son alrededor de 60 niños afectados sólo en su periodo como diputado- recaiga un castigo ejemplar sobre el diputado, no como Mario Marín, quien en sus múltiples intentos de burlar la ley, ayer, junto con su compinche Kamel Nacif, logró blindarse para salir de la cárcel.
 
Así como lo lee, la periodista Lydia Cacho acusó vía redes sociales que con los resolutivos de la Corte se está planchando la liberación del exgobernador de Puebla y denunció que ambos personajes -Marín y Nacif- de esa historia oscura de la entidad son apoyados tanto por el Poder Judicial y la Fiscalía General de la República, a quienes señaló de proteger a tratantes y pederastas en México. ¡Tómela!
 
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Y ya que estamos metidos en el tema de justicia e impunidad, el que debería estar temblando es Manuel Bartlett Díaz, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), luego de la reapertura -36 años después- del caso de Kiki Camarena, exagente de la DEA, secuestrado, torturado y asesinado en 1985 por miembros del Cártel de Guadalajara.

En una investigación publicada por el semanario Proceso, se afirma que el poblano sería detenido si viajara a Estados Unidos para ser interrogado por el caso Camarena, ya que funcionarios del Departamento de Justicia de Estados Unidos insisten en que Bartlett, en su calidad de secretario de Gobernación, hace 36 años, participó en reuniones con narcos antes y después del asesinato del exagente.

Y digo que debería estar temblando, aunque no se puede asegurar, porque Bartlett Díaz es uno de los afortunados políticos con mayor duración en cargos públicos de primer orden - desde 1982 se mantiene en la primera línea política-, y vaya usted a saber cómo le ha hecho, pero ha salido limpio de acusaciones como la caída del sistema en 1988 y el supuesto fraude contra Cuauhtémoc Cárdenas y el asesinato de Manuel Buendía. 

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Desde aquí le mando buenas vibras a Toño López Ruiz, quien está disfrutando de un largo viaje por África. Espero regrese recargado de pilas para arrancar su gestión como diputado por el distrito 20 que abarca colonias del sur muy golpeadas por la inseguridad y la pobreza. Además, en tiempo de pandemia, más vale que se esté cuidando, no vaya a traer a Puebla una variante más local de COVID-19 o bien el virus de Marburgo, el cual justo hoy fue confirmado, el primer caso en ese continente lejano como un “virus muy contagioso, similar al ébola”. ¡Ay nanita!

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Mientras nos dicen desde el gobierno federal que estamos en semáforo rojo y en el estado nos dicen que en naranja; desde la federación dicen que estamos con hospitales saturados, y las voces estatales dicen que no, que nuncamente, que estamos mal pero no tan mal, los días avanzan y no se le ve freno al bicho. ¿Por qué se los digo? Porque siguen relajando las medidas de cuidados, los cubrebocas los dejan en casa y estornudan como si fuesen piratas: agarrando vuelo y escupiendo luego. No hay que ser, vecinos. Echémonos la mano mutuamente para superar esta nueva temporada de contagios.
 
Vecinos, vecinas, ahora ya podemos estar en contacto directo y chismear más a gusto. Escríbanme a [email protected]