Destapan cloaca en penales de Puebla

¡Vecinos, vecinas!

Por La Rascona*

 

¡Vecinos, vecinas! Es momento de iniciar una semana más con chismes, críticas, chusma y pipitilla política. Este día tenemos un tema que pone en pique a las autoridades y que demuestra que esta vecindad empieza a tomar tonalidades de cloaca, aunque digan que todo está cambiando.

Se trata del caso del bebé sin vida que fue descubierto en un basurero en el penal de San Miguel. Un caso por demás doloroso e indignante que debe atraer la atención inmediata por toda la cadena de corrupción que saca flote, porque refleja el gran problema del control de los penales en el estado, pequeños reinos de la delincuencia y laboratorios de hombres poderosos, casas de ajusticiamiento y también hoteles de lujo para influyentes.

El fin de semana es cuando se destapó la cloaca. El hecho sucedió el martes 11 de enero, cuando un recluso dio aviso a las autoridades del Cereso de San Miguel del hallazgo: un bebé muerto. Las versiones oficiales dicen que el pequeño murió por asfixia, pero ha trascendido que tenía una incisión en el abdomen.

De esto no cabe duda que Jaime Mendoza Bon, quien hace las funciones nominales de director del penal debe dar la cara y explicar, antes que nada, cómo es que entró un bebé al penal, ¿cuáles fueron los protocolos que se siguieron para que ingresara?, ¿entró sin vida?, si hay registro de que entró, ¿por qué no hay uno de su salida. ¿No se les hizo raro? Esto es muy macabro y, si de suponer se trata, todos tenemos versiones de lo que pudo pasar pero el caso no es nomás “teorizar” sobre lo sucedido sino que las autoridades deben dar la cara, aclarar y castigar a quien tengan que castigar.

Primero Eukid entra y sale como invitado a un “todo pagado” en Tepexi, un penal de máxima seguridad. Y, ahora, en el penal de Puebla sucede esto.

El caso no se resolverá con discursos y frases trilladas de “hasta las últimas consecuencias” y “con todo el peso de la ley” al que nos tienen acostumbrados, aquí se necesita que los que se supone trabajan, lo hagan y con el único compromiso de resolver este caso.

A mí correo, el familiar de un recluso me envió esto: “Es un escándalo que se haya permitido la muerte de un bebito de esta manera. Pero así se las gastan en los penales donde los delincuentes son los mismos que controlan lo que entra y lo que sale. Ahí, el director es una pantalla, al que seguro le dan algo de dinero para que se quede callado y no vea adonde tiene que ver. Te cobran por todo lo que entra, y ahora resulta que no se dieron cuenta que entró una criatura.

”Sí, mi familiar cometió un error y está pagando, pero los que hicieron esto de meter al niñito son peores y están afuera. Y los que lo permitieron hasta goce de salario tienen.

”Ojalá manden a declarar a los custodios, porque ellos son los que pasan las cuentas a sus jefes”.

Indignante es poco. Es una monstruosidad y será peor si las autoridades dejan esto sin esclarecer.

 

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