¿SIPINNA, con qué se come?

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La Vecindad


Enero 19, 2022

Por La Rascona*

 

¡Saludos, vecinos, vecinas! Ahora sí que las elecciones en las juntas auxiliares están a la vuelta de la esquina, y son tan peculiares por todo lo que significan a nivel político dentro del organigrama de los ayuntamientos y, en especial, por que este trienio termina con elección estatal.

Ya les había contado del asunto de los negocios familiares en los que muchas elecciones en estas juntas se convierten, y donde también hacen su aparición personajes más que oscuros. Y si no es en Zaragoza, donde el aún presidente auxiliar sale “hasta las manitas” a conducir y atropellar personas, otros como en la Libertad tienen tras de sí denuncias por delitos tan graves como violación. El mundo de las juntas auxiliares, lo repito, es bastante extraño.

Por si fuera poco, ahora también está el tema de la violencia política de género, un tópico que no es muy ajeno para nosotros pues recién salimos de una andanada de agresiones verbales y digitales contra una mujer en un puesto de poder. Pese a las denuncias y pruebas que en su momento existían, el tema se hizo pasar por un correctivo gubernamental o como algo pasajero, no se puso un alto y se dejó crecer.

Y ahora que hay comicios en las juntas auxiliares, son las mujeres candidatas las que sufren de ese tipo de agresiones. No sólo hablamos de la más que visible inequidad en el registro de candidatas por las distintas planillas en las juntas auxiliares (84 contra apenas 10), sino de los ataques directos y personales que muchas de ellas han sufrido.

En San Sebastián de Aparicio compiten, por la planilla “Unidas y Unidos por Aparicio”, la exregidora Cynthia Juárez Román y María del Rosario Romero Sánchez; en San Pablo Xochimehuacán, Isis Xóchitl Martínez Merino; en San Felipe Hueyotlipan, Guadalupe Cadena López; en Santo Tomás Chautla, Cindy Flores Ávila.

Además en Ignacio Zaragoza, Margarita del Carmen Rodríguez Daruich; en San Jerónimo Caleras, María Esther Elva Contreras Díaz y María Carolina Francisca Rómulo Leonardo; en San Andrés Azumiatla, Anastasia Onofre Romero y en Ignacio Romero Vargas, Julissa Guadalupe Bazán Valdés.

Todas ellas, en menor o mayor grado, han sido apabulladas con mensajes de odio en redes sociales y en el discurso cotidiano de sus contrincantes, quienes se han aventado frases dignas de un libro de violencia de género. Por si fuera poco, al menos un par de ellas han recibido agresiones físicas como golpes y también amenazas de muerte.

No cabe duda que como sociedad falta mucho, mucho por avanzar; y si en el ring político y mediático estos temas siguen siendo “de risa” y de “anécdota”, o normalizados con la frase de “así es la política” las cosas no pintan bien para nadie. ¡Caray! No hay agresiones chiquitas o grandotas: ¡Todas son agresiones! Pero si quienes deben poner el ejemplo no lo hacen, sino que fomentan estas actitudes pues no hay ni para dónde hacerse. ¿Algún día aprenderemos?

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¿Ustedes saben para qué sirve o con qué se come el SIPINNA y quién es su titular? Les cuento, porque hasta ayer ni yo sabía: el Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, depende del DIF y su secretaria ejecutiva, Martha Zárate Tinoco es recomendada de Layda Sansores, gobernadora de Campeche. Al parecer, Zárate Tinoco, salió por la puerta trasera de Campeche y como premio de consolación la mandaron a Puebla como titular de SIPINNA, donde cobra alrededor de 39 mil pesos, y todo parece indicar que su interés por la niñez poblana es nulo, pues ni siquiera se ha pronunciado o creo que ni cuenta se ha dado del bebé de tres meses que apareció muerto en un basurero del penal de San Miguel. Es indignante que quien fue contratada para para hacer política pública para proteger a la infancia no tenga una postura al respecto; no se extrañe que dentro de poco asociaciones civiles se unan para pedir su renuncia.

 

Vecinos, vecinas, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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