Alerta por detención ilegal de joven egresada de la BUAP
¡Epa, vecinos, vecinas!
Por La Rascona*
¡Epa, vecinos, vecinas! Vaya, que las cosas están de cabeza en el estado, en donde las autoridades están más preocupadas en derrumbar momumentos y ciclopistas que en proteger a la niñez y a las mujeres. Quieren dejar su sello sembrando odio, enemistando y destruyendo. No más hay que voltear a ver el macabro hallazgo de Tadeo, el bebé de 3 meses que encontraron muerto en un basurero del penal. Hasta la fecha no ha habido ninguna acción ni indicios de que están buscando al o a los responsables para que paguen por la barbarie cometida. Ahora sale a relucir el caso de la joven egresada de la BUAP, Leslie Alcántara Lazcano, quien el sábado pasado fue detenida ilegalmente en el Centro Histórico, mientras vendía calcetas. Fue hasta hoy que se supo la versión oficial, a través de un comunicado de la Secretaría de Seguridad, que Leslie fue puesta a disposción del Ministerio Público “por su presunta vinculación por delitos contra la salud”. Nada más aberrante que eso. La madre de la joven de 26 años denunció temer por la vida de su hija, una joven trabajadora, a quien detuvieron con lujo de violencia y le negaron derechos tan básicos como tener acceso a un abogado o comunicarse con su familia. No tienen tantita madre, están tan ocupados en vengarse y en amarrar el 2024, que el estado de Puebla cada vez se torna más ingobernable, más inseguro, menos habitable. Y, eso vecinas, vecinos, sí que nos hace empezar la semana con muy mal sabor de boca. * Con esto de las elecciones en las juntas auxiliares que, como bien les había dicho, iban a ser un dolor estomacal en la gobernabilidad de la capital. Ya se había adelantado el bonche de quejas que se tenían en campañas, donde lo de menos fue la compra de votos sino que golpes y hasta amenazas de muerte. Los vecinos de San Felipe Hueyotlipan, San Pablo Xochimehuacan, Ignacio Romero Vargas y San Miguel Canoa tomaron las riendas del asunto y suspendieron las elecciones. Boletas marcadas, paquetería electoral alterada, retraso en apertura, cierre tempranero de casillas, acarreo, propaganda en los lugares de votación, compra de voto, errores en la lista nominal, colonias “estratégicamente” seleccionadas para que no todos votaran… ¡en fin! Todas estas cosas calentaron los ánimos hasta el punto de que los ciudadanos quemaron boletas y actas para exigir se realicen de forma transparente las elecciones, donde -como sabemos- se juega mucho quién controla la caja chica, la bolsa de monedas, la maraca que puede emplearse para fines políticos, más que para ayudar a los habitantes. El asunto tiene más peso de lo que parece y trasciende el mismo proceso electoral, pues son dos puntos de conflicto que existen en el municipio, dos focos que la Secretaría de Gobernación municipal no ha sabido manejar: el primero, claro está, el de los ambulantes. El zafarrancho en la plancha del Zócalo, y, el segundo, el de las juntas auxiliares, donde también hubo connatos de bronca y hasta donde sé tuvo que recurrir la Guardia Nacional, fue un proceso que se salió de control y donde las denuncias constantes de ciudadanos y de candidatos tal parece que fueron desestimadas.
Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]
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