Por La Rascona*

Vecinos, vecinas, ¿ustedes han escuchado que a cada iglesita le llega su fiestecita, o que a cada guajolote su navidad? Pues la verdad nunca estuvieron mejor aplicados estos grandes dichos de la sabiduría popular como en el preciso momento en que detuvieron nada más y nada menos que a don Facundo Rosas Rosas, quien fuera el flamante secretario de Seguridad en épocas del morenovallismo, aquel personaje más que oscuro que brillaba en investigaciones periodísticas y judiciales relacionados con el cártel de Los Beltrán Leyva, señalado por el mismísimo Edgar Villarreal, alias “La Barbie”.

¿Pero cómo es que esta fichita, viejo lobo de mar, cercano al grupo de Genaro García Luna terminó en el botellón? Si Al Capone cayó por evasión de impuestos, don Facundo lo hizo por atropellar y matar a una mujer en la Ciudad de México, un hecho trágico pero no exclusivo en la vida del superpolicía del morenovallismo, pues en 2017 también fue detenido por atropellar a una viejita también en el antiguo Distrito Federal, aunque en esa ocasión la libró. Como diría el finado Paco Stanley: “una tras otra”. A Facundo lo trasladaron a las instalaciones de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, y aunque algunas versiones aseguraban que el exfuncionario saldría por la puerta de enfrente al llegar a un acuerdo, la verdad es que el mundo se le torció a quien en su momento encabezó el operativo contra los pobladores de Chalchihuapan, donde perdió la vida un menor de edad y donde se presentaron pruebas de ataques con balas de goma y gases lacrimógenos, dejando a un centenar de personas heridas y varias recomendaciones de la CNDH, mismas que en su momento ignoró al tener el respaldo del gobierno del estado. Y es que luego de salir raspado pero no de gravedad de varios “milagros” como el desalojo de normalistas en la Autopista del Sol en 2011 y renunciar tras la detención de sus hombres de confianza con las manos metidas en el huachicol, ahora sí vio la puerta cerrarse y le cayó la voladora.

Fíjense que andaba por salir cuando la mismísima FGR lo detuvo por el caso del famoso operativo “Rápido y Furioso”, realizado por autoridades de Estados Unidos en el sexenio de Felipe Calderón, en el que fue comisionado de la Policía Federal. Tal parece que ese operativo, donde se permitió el ingreso de armas que terminaron en manos de los cárteles de la droga, fue su cruz.

Así que salió de Guatemala para entrar a Guatepeor, y está rozando el mismo destino de Genaro García Luna y Luis Cárdenas Palomino. Una cosa es segura, y es bien sabido por todos: la mayoría de personas cuando ven el precipicio hacen de todo para evitarlo. No es de extrañar que haya más de un poblano nervioso con esa detención, más de uno va a tratar de borrar hasta sus fotos de eventos sociales porque la novela del nexo de don Facundo con mandos de seguridad  de Puebla será larga, larga, larga.

¿Será que un fiscal lo salve? ¿Pactará? ¿Entregará? ¿Habrá dedito inquisidor desde Puebla? ¡Ay, jijos! Preparen sus palomitas.

Vecinos, vecinas, ahora sí nos leemos el lunes. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]