Exhiben servilismo de Nora Merino

Vecinos y vecinas

La vecindad Podcast

Memorias del Crimen

Por La Rascona*

 

Vaya, vaya vecinos y vecinas, ya deberíamos de acostumbrarnos a que los días en este vecindario llamado Puebla van a estar más movidos que canción de Bad Bunny. Es que de plano no dan tregua con tanto ajetreo y chisme que anda por este terruño.

Como ya se imaginarán el tema que anda en boca de todos es el de la Universidad de las Américas de Puebla, la UDLAP pa’ los cuates. Luego de siete meses que le pusieron cerrojo a las instalaciones, los estudiantes y trabajadores del campus por fin tienen algo claro: que la justicia dobló el berrinche de acuartelar la universidad pero le dio sobada a quien tramó todo esto permitiendo que la fundación que impuso al “Jaguar”, Armando Ríos Piter, como rector fuera la ganona… ¡Eso sí! Por el momento, por el momento.

Como todo buen pastel vamos a cortarlo por partes. El tema estuvo movidito en primera instancia por el agarrón que se dieron en tribuna la fracción parlamentaria blanquiazul, encabezada en este tema por Mónica Rodríguez Della Vecchia y la diputada que hace las veces de funcionaria estatal Nora Merino Escamilla, a quien seguro le metieron una regañiza. Escamilla cometió el error de replicar lo que horas antes habían dicho desde Casa Aguayo con respecto a que sí estaba abierto el campus y que hasta arcoíris salían de las fuentes de la UDLAP, y retó a los panistas a comprobar que así era y todo se torció. La experiencia de la diputada al haber presidido una legislatura no le funcionó bien porque cayó en la trampa y la diputada Mónica le dijo “¡ah, pues cómo ves que sí acepto el reto pecsi!”. Y como si fuera reality show que se van al campus a comprobar lo que todos ya sabíamos: la UDLAP estaba secuestrada a muro y piedra.

¡Vaya oso el de la diputada Nora! Todo este asunto sólo despertó el enfado de estudiantes, padres de familia, trabajadores académicos y no académicos que de plano corrieron a la policía estatal, salieron con pancartas a marchar y atizaron al gobierno del estado recordándole el reportaje de Proceso donde hablan de los pactos que se hicieron desde Casa Aguayo con el exsenador Roberto Gil Zuarth para hacerse de los nada despreciables 720 millones de dólares de la Fundación Jenkins.

Luego de las marchas, los bloqueos paralizaron el acceso a las cholulas por la recta y su retorno a Puebla. ¡Vaya lío! Si alguno de ustedes estuvo atropado en el tráfico, sabe de lo que hablo.

¿Sirvió de algo? Pues de entrada el apoderado legal del patronato, Rodrigo Gurza Cárdenas se aventó el tiro de decir que desde el Poder Judicial del Estado de Puebla se exhortó la apertura del campus. Pero no canten victoria tan temprano. El exhorto terminó favoreciendo  a Armando Ríos Piter, rector nombrado por el “nuevo” patronato que encabeza Horacio Magaña Martínez. ¿Entonces? Pues esta telenovela no ha terminado porque también existe el desconocimiento del grueso de los universitarios y trabajadores hacia el “Jaguar” por considerarlo una imposición del gobierno del estado. Y como ya saben que soy media malpensada, les tenemos una pregunta: ¿Tendrá algo que ver que Armando Ríos Piter, Roberto Gil Zuarth y el ahora gobernador de Puebla fueron compañeros en el Senado de la República? Yo creo que lo dice todo.

 

Vecinos, vecinas, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

 

Las opiniones expresadas son sólo responsabilidad de sus autores y son completamente independientes de la postura y la línea editorial de El Popular, periodismo con causa.