De martillazos en la UPAEP y cosas peores…

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La Vecindad


Marzo 11, 2022

Por La Rascona*

¡Saludos, vecinos, vecinas! Ya vieron que cuando les decimos que las cosas en Puebla andan fuera de control no es por echar rollo. En este estado no se puede ni pestañear porque de inmediato sucede algo que termina reventando en un escándalo. Ahí tienen por ejemplo el caso de nuestros vecinos de la UPAEP, donde un estudiante de prepa tuvo a bien atacar a un profe con un martillo, supuestamente por un tema académico.

Y la universidad dijo que el hecho fue “inexplicable” porque el chavo no tenía antecedentes de mala conducta y que no tenía ni malas calificaciones. Es claro que la upaepachosa dirá misa antes de verse rebasada en temas de seguridad y hasta de regreso seguro a actividades, pero lo cierto es que hay un problema de fondo que hasta el momento no se ha planteado el campus con el corazón a la derecha, y es que es fundamental que los estudiantes y los profesores tengan un acompañamiento psicológico en el regreso de actividades. No es broma y en nada tiene que ver la mal llamada “generación de cristal” y su supuesta fragilidad emocional, sino que el mundo cambió tras la pandemia. Muchos son quienes, identificados o no, acarrean problemas bastante gruesos de depresión, cólera, inseguridad. Tal parece que el modelo educativo no se dio cuenta que tenía que readaptar sus esquemas a una nueva normalidad, y que ésta es más que un concepto chabacano de moda. En nada tiene que ver que “tenga buenas calificaciones” como para hacer menos el tema emocional. Es como decir que si tienes malas notas vas derechito al botellón.

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Siguiendo con el tema universitario, donde hay bastantitos chismes… Qué tal con la quemadota que le metieron a un profesor con grado de doctor que tiene nivel III en el Sistema Nacional de Investigadores, ya casi casi hasta el nivel de súper sayayín blue.

El mentado teacher, de nombre Alberto Carrillo, ocupa su tiempo libre en despotricar contra las mujeres, el feminismo y el lenguaje inclusivo, con un nivel de agresiones que hasta el campeón mundial de leperadas se ruborizaría. En redes sociales se destapó el escándalo con todo y pantallazos de sus declaraciones y en las que agrede a sus alumnas diciéndoles que les va a poner 10 porque son mujeres y frágiles. ¡Vaya tipo! ¿Pues de dónde lo sacaron? Nuestros vecinos enterados de este asunto me dicen que el historial de este profe gandalla es amplio, que tiene varias denuncias en las escuelas donde ha trabajado y que es uno de los motivos por los que salió de Filosofía y Letras. No le extrañe que en las próximas horas le den cuello por misógino y por no ir de acuerdo con los principios de la escuela donde imparte clases. Bien dicen los que saben: ni los títulos universitarios quitan lo malas personas.

 

Vecinos, vecinas, nos leemos el lunes. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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