Debacle en Puebla tras consulta; Amlo cancela visita
La Vecindad
Por La Rascona*
¡Qué tal, mis muy votantes vecinos y vecinas! ¿Cómo los trató la jornada electoral? ¿Ejercieron su derecho ciudadano? ¿Fueron partícipes de teorías de la conspiración? ¿Anularon? ¿Les dio francamente igual? ¿Fueron víctimas de la ley seca? ¿O de plano ni siquiera saben de qué hablo? Si bien la votación en el ejercicio para decidir una presunta revocación de mandato nunca fue un tema realmente de interés en el estado, los números que se entregarán son pobres, por decir lo menos. De hecho, no extrañaría que ante el amago del presidente del INE, Lorenzo Córdova, sobre que el Tribunal Electoral podría anular la elección ante lo que llamó “la sistemática, dolosa, descarada e impune violación de las reglas”, más de un operador tenga fe y prendida su velita para que suceda, y al rato ellos no sean los de la culpa sino “los de arriba”. Dicho sea de paso, para nadie es un secreto que los promotores y operadores del voto en Puebla estuvieron divididos en dos grupos: las bases morenistas que llevan como emblema a AMLO, y el ala institucional cuya bandera es el gobernador del estado. Grupos que pese a tener asignada la misma visión se confrontaron en intereses y en formas. Tanta pelea vino a arrastrar la participación e hizo cuestionar el término “transformación". La pelea interna de Morena hizo más daño que chivo en cristalería, más que Will Smith a la Academia de Cine, más que la piedra a las tijeras, más que las tijeras al papel y éste a la piedra. En esta ocasión no habrá cifras que saquen sonrisas, que sean la plática presumida de las reuniones. Y no lo digo por el resultado a favor de que el más ganso de los cuatroteístas continúe en el poder sino por la pobre participación ciudadana. Esas cifras enfadarían a más de uno, sobre todo porque cada vez falta menos para el 2024, y la realidad es que la entidad se ha convertido más en una piedrita en el zapato de la transformación que en un ejemplo. Miren ustedes que el histórico 2018, AMLO obtuvo en Puebla la friolera de un millón 754 mil votos, con una participación del 68.33 por ciento. ¿Y ahora? Pues a duras penas arañará las 550 boletas a su favor*. Una debacle que debe cuestionar qué es lo que se está haciendo, quienes están operando, y a quienes se están apoyando en realidad. La oposición, claro, está contenta con el índice de aprobación pero preocupada por el nivel de aceptación con el que aún cuenta el presidente. Su as bajo la manga es la pelea interna del ahora partido oficial. De hecho, es probable que ésa sea su una jugada. Ante la falta de propuestas, la descalificación. Y pues los morenistas no se ayudan ni a ellos mismos. Una cosa es cierta, y es que AMLO tenía agendada una visita a Puebla y que a la mera hora la canceló. ¿Un mensaje? ¿Un regaño velado? ¿Mera coincidencia? De la reunión que se sabe sostendrá el presidente este lunes con gobernadores saldrán muchas chispas y muchas decisiones a futuro. La hora del juicio se acerca, las navajas se afilan y las curadas en salud también. Éste, sin duda, será un parteaguas en la vida interna de Morena. Vecinos, vecinas, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto:
*(840,964 de acuedo al INE) |
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