Por La Rascona*

¡Epa, epa! ¡Zapateando que al fin es viernes, vecinos y vecinas! Ahora sí que nadie se haga el sorprendido, después de pantomimas y de videos virales, hubo humo blanco en el Congreso y ya tenemos auditora superior del estado, luego de que a Francisco Romero Serrano le cantaron “Las Golondrinas” antes de tiempo para después cantarle la de “El ratón Vaquero”. Así es, doña Amanda Gómez Nava llega a la Auditoría Superior del Estado pese al más que marcado conflicto de intereses por haber formado parte del actual gabinete de gobierno como secretaria de la Función Pública. Eso sí, de repente una varita mágica y sacó el papelito donde decía que había renunciado ayer; es decir, horas antes de que la nombrar; es decir, ¿sabía que la iban a nombrar? ¡Por cierto! ¿Cómo le hará para auditarse sus propias finanzas, y las de quienes fueron sus compañeros? ¡Chale, aunque sea le hubieran echado más creatividad a ese enredo! Y es que con 34 votos a favor y siete abstenciones, sin reclamos, discusión ni nada que le pusiera sabor se avaló el nombramiento más planchado que el cabello de Kim Kardashian.

Así que la travesura de Casa Aguayo está dada y habrá una auditora afín al grupo político que encabeza el gobierno del estado por siete, siete, siete años. ¡Ah, jijos! ¡Tiene mejor contrato que el que le quieren da a Kylian Mbappé en el Real Madrid!

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Y este tema trajo mucha suspicacia y mucha polémica, luego de que se estuviera diciendo que hubo algunos diputados blanquiazules que al ritmo de “Follow the leader, leader, leader” votaron a Amanda, quien no sólo salió bien librada de la quemada nacional con el video donde le costó trabajo explicar qué es lo que contiene una cuenta pública sino que salió respaldada por diputados de todas las bancadas. Y ya se imaginan, hubo quienes andaban soltando nombres en radiopasillo señalándoles de “traidores”, un término que cada vez es más común su uso en el actual vocabulario político. Unos dijeron que Eduardo Alcántara y Aurora Sierra, otros que Karla Rodríguez y Patricia Valencia. Pero, mientras son peras o manzanas ya hay quienes al interior de la panadería andan moviéndose para aplicarles un castigo por salirse del rebaño azul. ¡Ay, esos vecinos del pan!

Se reconcilian unos para después pelarse otros. ¡Vaya oposición!

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Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]