¡Vecinos, vecinas! Ahora sí que vaya manera de terminar semana y de iniciar mes. Se va junio y llega julio. ¿Termina mal el sexto mes o empieza mal el séptimo? ¡Ah, jijos! Ya nos pusimos medio filosolocos en este vecindario.

Y no es para menos, y es que hay un problema que se recrudece conforme pasan los días y es el de la inseguridad. Ya no sentimos lo duro sino lo tupido. Ni hay estrategia que valga, ni hay secretario que dé respuesta, no hay programas preventivos ni de pacificación.

Y ni para dónde hacerse, tanto el estado como los municipios están más que rebasados mientras ellos se empeñan en minimizar lo sucedido y hablar de la aplicación de la ley como si el mero dicho solucionara los graves problemas que enfrentamos. Los rumores son cada vez más fuertes. Ya hay mucho chisme sobre que rodará una nueva cabeza en la Secretaría de Seguridad del estado. ¡Una más! Vaya papelón que está haciendo, porque últimamente solo ensalzan a la Fiscalía del estado pero al mismo tiempo van echando un puño de tierra a la dependencia encargada de cuidarnos. ¿Y en la capital? Se esfuerzan por ocultar la nula confianza que existe en la titular de Seguridad Ciudadana. Los vecinos chismosos me dicen que ya ni la voltean a ver pero que no la quitarán por el momento, que esperan cumpla el año. Según sé, esto no ha caído nada bien en Casa Aguayo desde donde enviaron a su vocero en el Congreso, el diputado Salomón, a prender la mecha respecto a la deuda y a la seguridad.

Para qué el dinero si se destina al maquillaje citadino y no a la seguridad.

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El que de plano parece que  ya arrancó campaña es el exsecretario de Gobernación barbosista, el mismo al que le gritoneó y al final tuvo que salir por la puerta de atrás, luego de ser ignorado hasta el cansancio y a quien los juegos del poder le abrieron la posibilidad de convertirse en titular de la Oficina de Representación del Instituto Nacional de Migración en este vecindario llamado Puebla. ¿De quién hablamos? ¡Claro que de David Méndez, quien no ha dejado de pasearse de un lado a otro de la entidad, presumiendo sus “rescates” de migrantes y aparentando ser el ajonjolí de todos los moles.

Que si lo invitan, dice que va. Ya sea en la BUAP, en un bodorrio o en avistamientos ovnis.

¿Qué opinará el mandatario poblano? Hay quienes dicen que Méndez busca generar percepción ante los ojos de Morena Nacional para convertirse, por qué no, en candidato a la gubernatura, o al senado, o quizás a la alcaldía de la capital. Ya antes su mamá, Rosa Márquez, fue aplaudida por el ala opositora de Morena al interior de la pasada administración municipal, y hasta le llenaron el oído de miel diciéndole que podía convertirse en alcaldesa interina. Las cartas de la familia Méndez están echadas, basta ver si su base en la zona de Izúcar les alcanza para posicionarse en el gusto no del gobernador sino del próximo presidente estatal de Morena, que bien podría ser alguien que no es afín a ellos.

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Como dice el dicho: “no hay plazo que no se cumpla ni sentencia que no llegue", o mejor explicado: a cada guajolote le llega su navidad. Y es que ahora sí ya empezaron las multas por hacer mal uso de los parquímetros.

¡Agárrense y pórtense bien!

Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]