¡Epa, qué hay, vecinxs! Esperamos que ustedes estén tan contentxs como nosotros por los 12 años de hacer periodismo del bueno de El Popular. Mientras se comen una rebanada de pastel en honor de esta casa editorial, y se avientan uno que otro trago coqueto, nosotros desde esta vecindad les traemos chismes y desvaríos de la clase política poblana.

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Con el mensaje de ayer del gobernador en la inauguración de la temprana de chiles en nogada en el que le dijo “mentiroso” a Sergio Vergara en pleno discurso oficial, me cuentan que en la odisea por limpiar el desastre de Vergara se le hizo la propuesta a Alejandro Montiel para ser el director de Museos en lugar de María de los Ángeles Rodríguez Elizalde, pero rechazó el cargo porque no le aceptaron sus condiciones de hacer limpieza. Todo parece indicar que lo que buscan es un títere que siga solapando al todavía secretario de Cultura, tal y cual como lo hiciera Gela. Por lo pronto, están como locos buscando un abogado que limpie el desastre que dejaron en Museos Puebla.

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Miren que los que se traen una pachanga de acusaciones, dimes, diretes y hasta denuncias son el gobernador de Puebla, el diputado Nacho Mier y el presidente de Morena, Mario Delgado, que por querer meter su cuchara salió zarandeado en un tuit del mandatario poblano. El chisme arrancó desde temprano cuando el diputado Mier, quien tiene más ganas de ser gobernador de Puebla que de echarse una licuachela en tiempos de calor, publicó un video donde dice que presentó una denuncia contra quienes dijo han filtrado datos e investigación por presunto lavado de dinero y uso de recursos de procedencia ilícita. Y a la sazón de que Armenta, Nieto, Barbosa y el fiscal Higuera son los señalados, dice que pide investigar el actuar de estos personajes.

Dijo: “En congruencia con mis convicciones e ideales, que son los de la inmensa mayoría que integramos el movimiento transformador en México, denuncié ante la Fiscalía General de la República a quienes sistemáticamente traicionan y quieren dañar al movimiento por intereses económicos, políticos y personales.”

Y tras el desmarque también en redes del senador Armenta, el gobernador sacó la espada y le tundió: “Él (Ignacio Mier) no es Morena, él es priista, él siempre fue el segundón de Enrique Doger”. Y, ¡sopas! Deslizó la idea de que Mier puede estar involucrado en la ejecución de tres ministeriales en el municipio de Tecamachalco en noviembre del 2021, municipio gobernado por su hijo Ignacio Mier Bañuelos. ¿Y luego? Pues salió Mario Delgado y pidió a los primos Mier, Nacho y Alejandro, así como al gobernador resolver sus broncas sin afectar al partido ni la elección interna para renovar la dirigencia estatal en Puebla.

Ese es justo el tema: la batalla por la dirigencia empieza a llenarse de canicas locales dejando de lado hasta cierto punto las voces nacionales. Y, como se sabe, la dirigencia de Morena es un movimiento maestro rumbo de la partida de ajedrez de 2024. Una cosa es clara: correrá mucha bilis estos días.

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]