Sismo al interior de Morena

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¡Saludos, vecinxs! Ahora sí que nos agarró la lluvia distraídos para darle la bienvenida a una nueva semana de chismes, qué vaya que sí hay y muchos, eso que ni qué, igual de tormentosos. Es que no la hagan, ayer de plano la tormenta colapsó los accesos a Puebla. Entre inundaciones y accidentes en las carreteras y vialidades más importantes, literalmente no veíamos lo duro sino lo tupido.

Y quienes siguen viendo estrellitas por lo tupido que les dieron son los diputados de Morena luego de que sus mismos compañeros de partido, que no de grupo, los mazapanearan en un evento ahí en el Hotel Puebla, donde al grito de “traidores”, mentadas y otras linduras un grupo de morenistas les tundió con todo. Y eso que se supone andaban unidos para impulsar la candidatura de Claudia Sheinbaum a la Presidencia de la República.

Antonio López Ruiz, Edgar Garmendia, Lupita Taja, Xel Hernández, Ruth Zárate, Azucena Rosas y Fernando Sánchez Sasia fueron a quienes les tocó el baño condenatorio, siendo Sánchez Sasia el que se llevó un cate que hasta el cubrebocas le movió. ¿Y quiénes fueron los que se aventaron a tundir a los que consideraron “traidores”? Pues nada más y nada menos que el grupo de Jorge Méndez Espíndola y Rosa Márquez, padres del exsecretario de Gobernación del estado, David Méndez Márquez, quien no salió de la mejor manera del gobierno del estado. De hecho salió mal, muuuy mal. ¡Vaya! Por si alguien olvidaba que en Morena también existe el ADN perredista, específicamente de los grupos de René Bejarano, pues ya quedó claro.

Dicen los enterados que esto va a significar un sisma al interior del partido y que en mucho este movimiento se debió a las aspiraciones de David Méndez, quien siempre ha sido arropado por grupos de confrontación, grupos que muchas veces usaron quienes hoy ponen el grito en el cielo y se hacen los que la virgen les habla desde sus secretarías.

¿O no? Una vez más, lo que está en juego es el control del partido.

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Así es, mientras las denuncias se turnarán a la Comisión de Honor y Justicia del partido cuatroteísta, en esta “Pueblita Fiu Fiu” las cosas en el Centro Histórico de la capirucha siguen color de hormiga, pues aunque algunos empresarios aplauden la instalación de parquímetros hay trabajadores que están más encabritados que “El Piojo” Herrera cuando su equipo pierde un partido. Y es que las quejas siguen siendo las mismas, y es que muchos vecinos han documentado que las multas y el retiro de placas se dan de forma discrecional, “perdonando” a funcionarios de dependencias municipales y estatales que aparcan por horas y en lugares donde se supone no deben hacerlo. Mientras tanto, la idea de que los parquímetros ayudarían a la movilidad del Centro está muy pero muy lejana, ya que el tráfico en el primer cuadro de la ciudad es constante, caótico y en gran volumen.

La prueba es que las lajas de las calles periféricas al zócalo andan más tronadas que estudiante de secundaria en su clase de química. Ojalá que con la práctica este sistema se vuelva más eficiente y se empiecen a ver sus beneficios, tal cual y como se hace en Orizaba, un tremendo caso de éxito de parquímetros. Si no me cree, vaya y échese un ojo.

 

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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