*Por la Rascona 

Vecinas, vecinos, ahora sí que el inicio de esta semana está más raro que cuadro de Picasso, luego de los ecos que dejó el concierto de abucheos que recibió don Gobernador allá en Huehuetlán El Chico, nada más y nada menos que frente al mismito presidente que, no está de más decirlo, nunca ha recibido una abucheo de tal tipo. Entre las teorías de conspiración que señalan a Rodrigo Abdalá, o al mismito secretario de Educación Pública, que dicen los enterados ya ni despacha como tal sino que se la pasa haciendo castillos en el aire imaginándose como el 01 de la entidad, es muy relevante lo que habíamos comentado hace algunos chismes atrás. ¿De qué? Se preguntarán ustedes. Pues sobre la popularidad tan desequilibrada que exige entre don Gobernador y AMLO, una situación alarmante respecto al futuro que pude guardar Morena rumbo a 2024.

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¿La realidad?

Las cosas se van a poner de a peso si no hay una determinación sobre el lugar que se quiere (o no) juegue Puebla en la elección de los próximos dos años. ¿Otra realidad? Quedaron más que marcadas las formas de entender el ejercicio de poder: el conciliador y el fustigador. Mientras AMLO tendió la mano para el diálogo y los compromisos, don Gobernador criticó, se enfadó, condenó, calificó y se enchiló. Dicen los que saben que el más cuatroteísta de la cuatroté no se fue nada contento y que sólo movió la cabeza. Dicen los que conspiran que es señal inequívoca de que la elección a gobernador se operará desde Palacio Nacional. Dicen otros que el mandatario poblano es amo y señor, que no pasará nada de eso, dicen, dicen, dicen.

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Para abrir semana:

• Melitón debe olvidarse de su sueño de ser gobernador y buscar blindarse, porque la espada de Damocles pende sobre él.

• En la panadería juegan a las escondidas, mientras algunos reclaman otros festejan, se ponen el pie y se sacan la lengua. No hay liderazgos ni proyecto, sólo jalones y empujones que debilitan su estructura.

• Bien haría don Gobernador de aprender un poco del presidente AMLO. ¡Ah! Si es cierto: En alguna ocasión le dijo soberbio (qué curioso que los videos de esas sesiones en el Senado ya no existan, ¿verdad?) ¡Ah!, pero en otra hasta besitos le mandó, aunque antes le llamó populista por visitar al Papa. Ya ven, hasta Karina Pérez Popoca, que era su incondicional, dicen que ya prefirió sumarse al equipo de Carlos Evangelista, por aquello de los malos tratos y de que por más de que le prometieron, nunca le cumplieron. Además que los evangelistas se ven fuertes y con más futuro para 2024. ¿Será?

Como diría don Teófilo, que vende tortas de milanesa en la Central de Autobuses:” la memoria es corta pero las colas largas”.

Vecinas, vecinos, nos leemos el lunes. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]