La CDH de Puebla conjura espíritus

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La Vecindad


Noviembre 01, 2022

*Por La Rascona

¡Esos vecinos, vecinas! Ahora sí que el cempasúchil, el incienso, la hojaldra, el papel picado y el olor a guayaba andan a todo lo que da, acompañando no sólo a nuestros difuntos sino los errores y los sueños guajiros de los políticos de esta vecindad llamada Puebla. Uno que tal parece que la calaca justiciera anda tras sus huesos es el mismísimo exrector de la BUAPACHOSA, Alfonso Esparza Ortiz, a quien don Gobernador le cantó el tiro hace algunos años y quien en su momento de fortaleza, cobijado incluso por marchas y manifestaciones en redes sociales, la pandemia le cayó como sentencia. El caso es que ahora ya se sabe, o se dice que se sabe, que el anteriormente conocido como tío Poncho está prófugo de la justicia, o como diría su verdugo: “sustraído”.

Miren ustedes que se dice que el presunto desvío de recursos es su pecado pues la

Auditoria Superior de la Federación revela que durante su último año al frente de la universidad pagaba a 48 trabajadores y jubilados presuntamente ya fallecidos. No es nada nuevo, la verdad es que en algunas entregas pasadas de esta vecindad se comentó que incluso vecinos jubilados hacían ver esto con mucha frecuencia, incluso señalando que hay muchos “jubilados” antes de tiempo, o a quienes de último momento se les cambió la categoría para que pudieran retirarse como directivos. Muchos malos manejos, eso sí, sólo falta, como siempre, que sepan comprobarlo o, de lo contrario, todo quedará en mera anécdota.

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Otro que anda conjurando espíritus es la CDH de Puebla, a quien la Suprema Corte de Justicia de la Nación le metió un revés y desechó la controversia constitucional contra la CNDH por su intervención en el caso de las normalistas de Teteles, por manifiesta e indudable improcedencia”. Miren ustedes que la CDH pretendía invalidar las recomendaciones nacionales por violar los derechos humanos de las normalistas: violar la libertad de expresión y reunión pacífica de las normalistas, la seguridad jurídica, legalidad, libertad e integridad personal, al detener y retenerlas de manera ilegal, así como tratos crueles e inhumanos. Esas imágenes que le dieron la vuelta a México de los granaderos amedrentando y encapsulando a las normalistas en Casa Aguayo el 1 de junio de 2021, siguen trayendo consecuencias.

Esperemos la maroma para salir del atolladero. Eso sí, esperen un recurso contra la Suprema Corte. Ya verán.

 

Vecinas, vecinos, nos leemos el miércoles. Descansen y disfruten a sus muertos. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

 

 

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