¡Vecinos, vecinas! ¿Cómo los están tratando estos canijos calores? ¡Ah, jijos! ¿Será por eso que muchos de ustedes andan con los ánimos alborotados, broncudos y trompudos? ¿Será por eso que nuestra clase política tienen la cabeza como sauna, llena de puro vapor?

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Les cuento que se volvió a destapar la cloaca en la Secretaría de Movilidad y Transporte luego de que un joven de 16 años muriera atropellado sobre la Vía Recreativa en la recta a Cholula.

Hasta esta vecindad llegaron varias quejas de corrupción contra concesionarios que han sido captados dando su respectiva mordida a servidores públicos a cambio de liberar trámites que no pudieron realizar anteriormente por falta de requisitos.

Para sorpresa de muchos, la Secretaría donde todo se puede está de regreso. Esa misma que llevó a la cárcel a Guillermo Aréchiga Santamaría y que ahora se está llenando nuevamente de personal que trabajó bajo sus órdenes.

Así como lo lee, directores que trabajaron con Aréchiga están volviendo a ocupar sus cargos, como el director de Transporte de apellido Ávila, quien aseguran vendió concesiones de Transporte a más no poder y ahora regresó a ocupar el mismo puesto. 

O qué tal Alejandro Bernal, ese que pasó de vender Estudios Técnicos a una direccion de Movilidad Motorizada, donde no sabe un carajo.

Como subsecretario de Movilidad, que a su vez es de todas las confianzas de Omar Álvarez Arronte, llegó un contador público, quien le da más prioridad al dinero y a los cambios de personal que a atender temas serios como los del joven arrollado el domingo pasado en la Vía Recreativa y el intento de linchamiento en la misma Recta a Cholula.

Los últimos cambios de la Secretaría serán los de la Dirección de Administración, donde no dejan ir a nadie hasta que expliquen bien sus tratos, convenios y licitaciones que se trabajaron en lo oscurito. 

De la dirección administrativa se va el director Jesús Pozos y las jefas de departamento de Recursos Humanos y Recursos Materiales, Alejandra Allier y Claudia Camacho.

Así pues, la dependencia está igual o peor que cuando estaba al frente Elsa Bracamonte González, sólo que ahora están dejando las arcas más vacías con gente más incompetente que solo tiene la primaria terminada. Y entre los Gamboa de Arronte y la gente de Aréchiga, Transporte es un cagadero.

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Como ya vi que son bien morbosos, aquí les traigo un chisme más de Martha Ornelas Guerrero. Resulta que la secretaria de Turismo se fue a Nueva York y se llevó a su flamante asesor, a ese que solo lo lleva a los mejores eventos; no a todos los eventos, solo a los más exclusivos. Eso sí, mes a mes cobra… pero esa es otra historia:

El tema que nos atañe es que se llevó a su consentido Javier Ruiz Hermoso a su viaje a Estados Unidos para los festejos del 5 de Mayo.

Ojalá que esta vez sí traigan algún tipo de proyecto que se pueda amarrar o que beneficie al estado, porque mucho viaje y mucho asesor VIP, profesor de una universidad prestigiada en Puebla, pero no más no se ve que caigan monedas para el gobierno y ni qué decir para la ciudadanía.

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Ya nada me sorprende. Nuevamente Edmundo Tlatehui Percino volvió a quedar mal con los empresarios, en específico con los constructores, quienes ayer celebraron la toma de protesta del Comité Directivo de la de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción Delegación Puebla (CMIC).

De última hora, canceló su asistencia y la de su esposa Guadalupe Cuatle Torres y dejó bien vestidos y alborotados a los más picudos en el sector de la construcción.

Luego no se pregunten por qué nadie lo quiere, pues ya medio Puebla sabe que Tlatehui no cumple.

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Cómo ven que el otrora funcionario municipal Michel Chaín Carrillo, sobre quien pesa senda demanda de violencia familiar y omisión en el pago de pensión alimenticia, no se presentó a la audiencia donde conocería los delitos por los que se le acusa porque quiere buscar un acuerdo, y porque busca mover cielo, mar y tierra para que desestimen las acusaciones.

Eso sí, también sabemos que la parte acusadora, Elia Rojas Villalpando, no dará marcha atrás. ¡Bien ahí!

Como dirían las vecinas aguerridas: “la dignidad no se negocia”.

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]