¡Vecinos y vecinas! Qué tal la resaca luego de las festividades del día más poblano de toda la poblaneidad: el 5 de Mayo.

Esa fecha donde la dirección de normatividad hace su agosto cobrando a los comerciantes una cuota por vender en las calles paralelas por donde pasa el desfile y donde cobran muchísimo cash por dejar apartar lugares.

Sí, el 5 de Mayo es una fiesta para las y los poblanos, pero un jolgorio para las y los políticos.

*

No se extrañe si se dan más bajas al interior del ayuntamiento de San Andrés Cholula.

Como casi todo lo que sucede ahí adentro, los movimientos responden a las decisiones estratégicas que se están tomando con el fin de que Edmundo Tlatehui Percino imponga a su esposa Guadalupe Cuautle Torres como su sucesora en la presidencia municipal.

Así como lo lee, los despidos que se han venido dando en el municipio san andreseño obedecen a dos cosas: la primera es que nadie debe hacerle sombra a la esposa del alcalde.

Por eso,  mujeres como Blanca Jiménez Castillo han tenido que salir de forma inesperada antes de que le coman el mandado a Lupita, sin importar que estén cometiendo violencia política de género y que por ahí pudieran caerles una que otra denuncia.

En segundo lugar, necesitan aumentarle el sueldo a los secretarios favoritos de Edmundo, esos que son leales y acatan órdenes, pues a la hora de los madrazos son los que tienen que pelear por asegurar hueso, mover la lana y servir de tapadera.

La gente nueva que están contratando tienen que ser obligatoriamente miembros activos del Partido Acción Nacional (PAN), porque su apuesta es que en el proceso interno de elección, sean ellos mismos quienes voten y apoyen las intenciones de poner a Cuautle Torres como alcaldesa parar perpetuarse por tres años más en el poder.

Por cierto, los aviadores que aparecen en la nónima del gobierno san andreseño tienen la encomienda de entregar despensas a los miembros activos para así sobornarlos y convencerlos de que se sumen al proyecto.

El autor intelectual no crean que es Tlatehui Percino, para nada. Más bien corresponde al plan maquiavélico que el asesor Héctor Hernández Sosa, ex galicista, está dispuesto a ejecutar caiga quien caiga y se interponga quien se interponga. Lo importante es que Lupita sea presidenta.

A ver en qué acaba esta novela.

*

Que dos personajes políticos están muy nerviosos y enojados, porque se quedaron con tremendo paquete al frente de la dirigencia estatal de Morena y por más que le mueven no dan una.

En su intento por mover las piezas del ajedrez, han quedado rebasados, tanto así que al interior del partido ya los tachan de ineficientes.

Estoy hablando ni más ni menos que de la presidenta Olga Romero Garci-Crespo y del secretario general, Agustín Guerrero Castillo, quienes en su desesperación ya se sentaron a negociar con quien menos se imaginan y, además, atacan a quien se atreva a criticarlos.

Por eso, emprendieron una campaña negra contra el diputado de sus mismo partido, Carlos Evangelista Aniceto, quien con su grupo llamado el G5, son los únicas voces críticas, que no temen en alzar la voz incluso contra su mismo partido.

Así lo demostraron al arropar a Erika de la Vega Gutiérrez, quien fue violentada sexualmente por el panista Eduardo Alcántara Montiel; al defender en tribuna a Karina Pérez Popoca, quien fue excluida y marginada de su propio partido; al criticar al presidente municipal de Puebla por no dar solución al tema del agua; al reprocharle al gobierno del estado por ser excluyente y, al ponerse al tú por tú, con los dirigentes del partido guinda, quienes de plano no pueden con el paquetote.

Prometo mantenerlos al tanto de cómo acaba esta pelea, pero todo parece indicar que Olga y Agustín terminarán más noqueados que Jhon Ryder contra el Canelo Álvarez, pues en más de una ocasión han demostrado que sólo saben dar golpes bajos.

*

Hablando de la reina de Roma… ¿Qué habrá detrás de la reunión entre Olga Romero Garci-Crespo y la expresidenta municipal Claudia Rivera Vivanco? ¿Acercamiento del partido con todos? ¿Proceso de sanación? ¿Acuerdos? ¿Apoyos? Ya hace unos meses se había visto a los hermanos de Rivera Vivanco en una reunión de consejeros junto a Olga, un acto que en ese momento parecía casualidad.

“Las mujeres seguimos haciendo historia”, escribió la excalcaldesa en sus redes sociales, lema acompañado de una foto donde aparecen ambas.

Una reunión impensable hace unos meses. Una afrenta en aquella época. Una declaración desde la silla giratoria que todo condenaba, que gobernaba de oídas y bajo la influencia de chichifos mediáticos. ¿Algo saben, algo quieren o de plano están muy desesperadas?

Por cierto, bien le haría evaluar a la misma exalcaldesa lo que sucede con sus excolaboradores que andan volteando bandera, enfadados o marcando distancia, como la regidora Patricia Montaño Flores, quien promueve a María Luisa Albores González en redes; al regidor Ernesto Antonio Aguilar Cabrera, identificado con Alejandro Armenta Mier y a quien se le ha visto en reuniones donde se encuentra el secretario de Gobierno, Julio Huerta Gómez, y el mismo Leobardo Rodríguez Juárez, quien pintó su raya luego de hacer públicas sus intenciones de ser tomado en cuenta para ser candidato a la alcaldía poblana.

¿Fuga o depuración? Ustedes, tienen la mejor opinión.

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]