Congreso local quiere controlar a reporteros

Saludos vecinas y vecinos… Ahora sí como dicen los merolicos: ¡echen aigre!

Nombre, vaya calorcito que se anda sintiendo en toda esta vecindad llamada Puebla, con decirles que ya se anda analizando instalar la Secretaría de Defensa contra los Rayos Ultravioleta, que será operada por personal de la Guardia Nacional que vestirán trajes tipo Guardianes de la Bahía.

Bueno, bueno, es puro cotorreo.

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Lo que no es ni de lejos un cotorreo es la división que existen en la panadería más azul del condado, mejor conocida como Partido Acción Nacional, y es que luego de que el pastor Paco Fraile García saliera a declarar que su partido, entonces controlado por el morenovallismo, cometió fraude en la elección donde la finada Martha Erika Alonso resulto electa gobernadora, pues el infierno se desató.

No tardaron en llegar los reclamos de los miembros del blanquiazul, en lo público y en lo privado, donde bajita la mano le decían traidor.

Pero seamos realistas, el asunto pasa porque el autor del libro de poemas Con la cobija al hombro lo único que hizo fue tratar de marcar aún más la brecha entre el Yunque y lo que queda del morenovallismo, pues los responsabiliza mientras los del grupo religioso-político vivían prácticamente en las sombras del poder del entonces gobernador Rafael Moreno Valle Rosas.

No cabe duda que en todos lados se cuecen habas.

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El que sigue dando mucho, pero mucho, de qué hablar es el Congreso local, más ahora que se encuentra de pleito con las y los reporteros que cubren ese fuente porque quiere controlarlos y acabar con algunas viejas prácticas.

Las diferencias han llegado al grado de que la nueva directora de Comunicación Social determinó que ahora todos los quieran hacer cobertura mediática deberán tener una credencial emitida por el Poder Legislativo si es que quieren entrar a hacer su chamba reporteril.

Resulta curioso cómo la presente legislatura, a la que ya solo le queda más o menos un año de gestión, continúa haciendo modificaciones y limpias a como dé lugar, se lleve entre las patas a todo aquel que se deje.

¿Serán bueno o malo los cambios que se están haciendo? Muy controversial el tema.

Lo único que está claro es la falta de oficio político y tacto justamente del diputado presidente del Congreso, Eduardo Castillo López y del área de Comunicación que pudiendo hacer mejor las cosas han tenido tropiezo tras tropiezo.

Todos estos cambios, dijeron son para que el ingreso de los reporteros sea más ágil y se evite el registro diario.

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Volviendo al tema de los panistas más azules del condado, qué tal el destape de Mario Riestra Piña, el político que suspira por convertirse en alcalde de Puebla y que para hacerlo se ha pasado del bando morenovallista, que incluso impulsó a toda su familia en diferentes secretarás, al bando de Lalo Rivera Pérez.

Los vecinos chismosos dicen que él fue un operador para Eduardo durante su campaña en 2021, apoyado por los ambulantes que trabajaron con el morenovallismo, específicamente con el grupo Fuerza 2000 cuyo líder terminó hasta en el bote.

Ahora, tras su informe-destape, dicen que su sueño está más cerca de hacerse realidad, pues, contrario al estado, la caballada anda flaca en cuanto a la presidencia municipal capitalina.

Eso sí, también dicen unos que otros chismosos que la piedra en el zapato que pudiera encontrar en el camino sería el propio Lalo Rivera, quien sigue barajando la posibilidad de no buscar llegar a Casa Aguayo sino pelear la relección, y también a la propia Ana Tere Aranda, una política experimentada con todas las tablas que también ya levantó la mano y se anda moviendo para lograrlo.

Aún les faltará negociar con el PRI si es que un panista encabeza la candidatura a la gubernatura.

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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