¡Saludos, vecinos, vecinas! Ya salió el peine de quién es la mano que mece la cuna en el municipio de San Andrés Cholula. El poder detrás de Edmundo Tlatehui Percino se llama Héctor Hernández Sosa.

Este personaje, además de contar con toda la protección del presidente municipal, es el cerebro del Ayuntamiento; es decir, es el que manda y mueve las riendas de todo lo que ahí acontece.

El mismo Tlatehui aceptó en entrevista que la empresa “Castañeda y Asociados” fue la que elaboró el Plan Municipal de Desarrollo; resulta que esta empresa está a nombre de Rosa Isela Noriega Rodríguez, un pesonaje muy, pero muy cercano, a Hernández Sosa que hasta hace poco trabajaba en el Ayuntamiento de San Andrés.

El brazo operador de Héctor se llama Carlos Islas Contreras, quien funge como coordinador ejecutivo de Presidencia. Fue el mismísimo Héctor quien se lo recomendó a Tlatehui cuando era director del Instituto de Administración Pública de Puebla (IAP), donde Tlatehui y Carlos Islas coincidieron en una maestría que estudiaron.

Héctor también metió al flamante abogado del Ayuntamiento que cobra 250 mil pesos mensuales, Florentino Téllez, con quien se alió para despojar a su esposa de todos sus bienes.

En resumen, el que manda en San Andrés Cholula es Héctor Hernández Sosa, quien propone programas, fija estrategias, acomoda a sus incondicionales, cobra vía terceros y, lo mejor de todo, es que opera bajo las sombras.

El que paga los platos rotos es ni nas ni más ni menos que Edmundo Tlatehui, pero sobre todo los sanandreseños, pues están sometidos a decisiones que obedecen a intereses personales y que nada tienen que ver con su bien común.

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El cálculo estratégico para lograr la renuncia de Ardelio Vargas Fosado de la Secretaría de Gobernación del estado de Puebla fue meticuloso.

La gota que derramó fue la declaración del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en su mañanera.

En política no hay casualidades, se tenía que lograr que AMLO se subiera al tema y así se hizo.

El cuestionamiento sobre Vargas Fosado lo hizo un reportero asiduo a la mañanera que ni si quiera es poblano.

El presidente no solo denostó la trayectoria del político en cuestión, sino que reveló que ya había mandado un informe al gobierno de Puebla sobre el pasado oscuro del oriundo de Xicotepec.

¿Quién tuvo el tacto para lograr que se hiciera la pregunta?

¿Qué poblano tiene nexos nacionales y es bien visto en Palacio Nacional como para que su solicitud fuera bien recibida?

¿Será quizá alguien del Comité Ejecutivo Nacional de Morena?

Que conste que son preguntas…

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Un momento de espadas desenvainadas fue la pelea entre Rosario Orozco Caballero, viuda del gobernador Miguel Barbosa, y la exalcaldesa Claudia Rivera Vivanco.

Cartas cruzadas, señalamientos de un lado y respuestas de otro.

Lo que queda claro es que el barbosismo sigue aferrado en perseguir a su enemiga la expresidenta, que tal parece lleva más años en juicios ganados que como funcionaria pública.

El ataque mediante un comunicado que huele a la antigua encargada de Comunicación Social estatal, viene en un momento donde Julio Huerta Gómez, el primo político de doña Rosario, busca acercarse al tercer puesto de las preferencias morenistas para convertirse en candidato.

El plan, me han dicho, es ir mes a mes detonando bombas hasta reventar a Rivera Vivanco primero y luego a Ignacio Mier, y desde ahí aplicar el ganar-ganar con Alejandro Armenta.

¿Será que le alcance?

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org