¡Vecinos y vecinos!

No tengo claro si se trata de una desbanda de panistas a favor de los candidatos al gobierno de Morena o de una negociación en lo oscurito en la que panistas acordaron operar, bajo las siglas del partido albiazul, para Alejandro Armenta.

Resulta que el pasado viernes 4 de agosto el panista de cepa Marco Antonio Ramírez Moreno fue visto en la comida de la Secretaría de Bienestar del Ayuntamiento de Puebla, pero el lunes 7 ya estaba apoyando al senador Armenta. Es decir, en tres días, supuestamente, cambio de intereses partidistas.

Ojito aquí: Barbosistas sobrevivientes intentan operar en juntas auxiliares

En la supuesta desbandada también está incluido Adrián Ramírez Luna, un chapulizano que inició siendo panista, pero como en 2018 le negaron la candidatura para ser presidente municipal de Libres, se postuló por Nueva Alianza.

Hace un par de meses este panista de hueso colorado le organizó una cabalgata en Libres, con toda su estructura política -que en realidad es su familia y los trabajadores de sus ostentosas casas y ranchos que presume tener en el municipio-, a Alejandro Armenta a cambio de que si llega a ser gobernador lo favorezca con programas sociales y plazas en la administración pública estatal.

La duda salta, ¿habrá negociación por debajo de la mesa y un ala del PAN ya está con Armenta? O, de plano, ¿les creemos que se trata de apoyo genuino a favor del senador y del partido Morena?

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Avanza la semana y algunos panistas se acordaron que son oposición.

Ahí tienen ustedes al diputado Mario Riestra Piña, quien anda ansioso por convertirse en el candidato del blanquiazul a la alcaldía poblana, pero que para su mala fortuna tiene que seguir esperando el momento de definición de su partido.

El diputado federal, que a cada rato le atiza a la administración lopezobradorista por las pésimas condiciones en las que se encuentra el hospital de La Margarita, ahora se lanzó contra el gobierno poblano por verse lento en las investigaciones y sanciones contra los responsables del socavón financiero que dejó a su paso el barbosismo por Puebla.

No es para menos, pues por los supuestos casi mil 322 millones de pesos que se esfumaron frente a las narices de los funcionarios barbosistas, incluidos diputados locales, alguien debe responder.

¡Eso que ni qué!

Peeeero… ya que andamos en tiempos de complacencias, les encargo a los auditores federales encarecidamente que también investiguen a los morenovallistas implicados en la desaparición de 19 millones de pesos, ahí en los años 2010 y 2011, donde por cierto Riestra Piña era diputado local de Acción Nacional.

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Hablando del cráter que dejó el barbosismo en Puebla en temas de finanzas, llama la atención que los funcionarios que aún siguen en el gobierno de Sergio Salomón Céspedes Peregrina no digan ni pío y no salgan a defender a quien fue su prohombre, quien al tiempo de darles poder les dejó la marca del desprestigio.

Secretarios como Ana Laura Altamirano en Desarrollo Rural, Olivia Salomón en Economía, Gabriel Biestro en Trabajo y uno que otro trasnochado barbosista andan en plan de mutis y nerviosos, por lo que le espera luego de que trascendiera que la auditora superior del estado, Amanda Gómez Nava, está próxima a escuchar “Las golondrinas”.

Doña Amanda, a quien se le recuerda por ser imposición del fallecido Miguel Barbosa Huerta y por no saber cómo se integra una cuenta pública, era la pieza clave en la revisión de cuentas del gobierno, por lo que no es extraño que dadas las noticias sobre el dinerito que se perdió esté viviendo sus últimos momentos en la ASF.

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]