Denuncian acoso laboral y violencia de género en Secretaría de Bienestar de Tlaxcala
A quien se reuse a salir con él, les impone castigos labores como ignorarlas en el centro de trabajo
¡Qué tal, vecinos, vecinas! Una semana más que inicia y una semana más de lucha por la querencia de ustedes, un elemento por el que se desvive la clase política que hace todo lo posible por convencerlos de que ellas o ellos son la crema y nata y las o los salvadores de este vecindario convertido en chiquero llamado Puebla. * Fíjense ustedes que el doctor José Antonio Martínez García, a quien le andan armando una campaña supuestamente austera convirtiéndolo en un personaje bonachón, deja mucho que desear no en su labor como galeno sino como político y administrador. No está de más recordar que existen varias observaciones por compra de equipo durante la pandemia, así como señalamientos de omisiones como titular de Salud. El doctor, quien ni por equivocación sale sin bata de médico y a quien los vecinos chacoteros le andan diciendo el “Simicandidato”, asegura que no es como los políticos de siempre, pero levanta la bandera discursiva del peor gobernador que ha tenido Puebla en la historia moderna: el fallecido Miguel Barbosa Huerta. El doctor dice: “¡Un político de siempre va a dar resultados de siempre! Pocos somos los que verdaderamente caminamos para trabajar en las necesidades de las personas”. Curioso, dicen los chismosos, que lo haga rodeado de estrategas y asesores del exgobernador (y unos más aventados dicen que hasta con el dinero), que de lo que menos saben es de hacer el bien al prójimo. A veces se les olvida a los políticos que hay vecinas y vecinos que tienen memoria. * ¿María Luisa Albores González es el as bajo la manga del barbosismo? Esa pregunta resuena últimamente luego de que se le viera en una foto junto a Rosario Orozco Caballero. Dicen que Oliva Salomón Vivaldo no les da, y que en caso de que quien abandere al partido cuatroteísta sea mujer, prefieren jugar con la secretaria del Medio Ambiente federal, antes de entregarle en bandeja de plata la candidatura a Claudia Rivera Vivanco. Eso es lo que dicen, veremos si eso es lo que sucede. * Hasta esta vecindad llegaron los gritos de impotencia y desesperación de un grupo de trabajadoras de la Secretaría de Bienestar del Estado de Tlaxcala que están siendo acosadas y violentadas por un tipejo de nombre Alejandro Atilano, secretario técnico. Resulta que el tal Atilano, quien dice gozar de la protección de altos mandos como de la secretaria María Estela Álvarez Corona y la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros, obliga a su equipo de trabajo, sobre todo su sos mujeres, a irse a tomar con él los fines de semana a sus restaurantes favoritos como la Cueva del Oso y Capital Garden. Ya con sus tragos encima, el secretario técnico comienza a insinuarse, a tocarlas y hacerles comentarios sexuales inapropiados. Más avanzada la noche y las copas, les promete mejores sueldos a cambio de acceder a sus propuestas indecorosas. A quien se reuse a salir con él, les impone castigos labores como ignorarlas en el centro de trabajo o, incluso, hasta cambiarlas de plaza lo más lejos posible de sus casas. Muchas trabajadoras han accedido por temor a perder su chamba, sobre todo porque la secretaria María Estela Álvarez Corona, aún conociendo las evidencias, sólo les promete que hablará con el acosador… pero o Atilano le vale gorro lo que le diga la secretaria o de plano ni se ha enterado de que su conducta inmoral tiene sumida en una crisis psicológica a sus compañeras de trabajo. Por cierto, ¿sabrá Lorena Cuéllar Cisneros lo que está pasando en esta dependencia? ¿Qué hará la gobernadora cuando se entere que el abusador dice contar con su protección y que, gracias a eso, acosa impunemente a sus colegas de trabajo? ¿Será que dos mujeres, tanto la gobernadora como la secetaria de Bienestar, solapan y permiten que el acoso laboral sea el sello su administración? ¿Y la sororidad dónde quedó? * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected] |
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