Tribunal Electoral firma pacto de no violencia con medios barbosistas que se dieron vuelo con la violencia política de género
En Puebla, el Tribunal Electoral ha eximido de responsabilidad a varios medios por ejercer violencia como en el caso de las denuncias presentadas por Claudia Rivera Vivanco
¡Vecinos, vecinas! Vaya manera de cerrar semana, rodeados de acarreos políticos y absurdos institucionales. No cabe duda que para esto del circo de la polaca se necesita cinismo, inconsistencia y una que otra cosita para que aspirantes y funcionarios anden bien arriba. Ahí tenemos el sorprendente caso del Tribunal Electoral del Estado que tuvo la brillante idea de firmar un pacto con periodistas, comunicadores y medios de comunicación para, como dicen ellos, prevenir y erradicar la violencia política de género con miras a la tómbola electoral que inicia este 2023 y termina en 2024. Entre algunas cosas del pacto, firmado curiosamente con medios de comunicación que durante el barbosismo se dieron vuelo con la violencia política de género, está que ahora los medios informativos se comprometen a no reproducir expresiones de quienes limiten o anulen el derecho de las mujeres a participar y contender en la política. Suena muy bien, pero lo sorprendente del acuerdo es que el tribunal encabezado por Idamis Pastor Betancourt, quien lo más sobresaliente de su currículo es haber impartido clases de material electoral en escuelas privadas, ha sido uno de los más omisos en ese tema, ¡qué decimos omisos, uno de los más irresponsables y que le han dado uso político a la violencia política de género! Hay que recordar que la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial le ha corregido la plana en más de una ocasión, poniendo en evidencia el uso faccioso en casos de violencia política de género. En Puebla, el Tribunal Electoral ha eximido de responsabilidad a varios medios por ejercer violencia como en el caso de las denuncias presentadas por Claudia Rivera Vivanco, denuncias que en la Sala Regional se vieron sorprendidos por ser minimizadas y descartadas. Pero no sólo eso, luego del mandato del Tribunal de la Federación para que rehaga sus observaciones en Puebla no hacen caso, se enfadan y no se pronuncian. Puro berrinchito, pues. No cabe duda que muchos son los que utilizan la carta de estar en contra de la violencia política de género de forma facciosa, a conveniencia de intereses y de dientes para afuera. * Otro detallito que tiene este acuerdo entre el Tribunal y los medios es el de no hacer mención de lazos consanguíneos de las mujeres aspirantes o funcionarias. En teoría suena bien, pero hay quienes observan un ligero sesgo que pudiera tomarse como un candado para no denunciar nepotismo. Ahí tienen que si fulanita es hija de sultanito que es funcionario, y fulanita es nombrada tal o cual cosa en el gobierno, no se podrá decir que la “hija” fue impuesta o sugerida por su familiar. En esta vecindad tomamos todo este borlote con pinzas… Más vale pensar y reflexionar las cosas desde la ética periodística y no hacerlo por compromiso con instituciones que han hecho de su actuar un golpeteo desde y para el poder. * Y, bueno, ya ni hablar de que la alianza la hicieron con emprearios del Consejo Coordinador Empresarial, así como lo lee, los empresarios entre ellos restauranteros y constructores, serán partícipes y observadores de la conducta de las y las periodistas. Ahí estuvieron, siendo jueces y partes de un evento que compete exclusivamente a medios de comunicación. La pregunta es: ¿Qué tanta legitimidad tendrá un evento sectario, privado, cuya lista de convocados no es representativa de las y los periodistas de Puebla? En un proceso democrático en puerta, el sesgo no puede ser la bandera de nadie pero mucho menos del árbitro electoral. Toda mal. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected] |
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