Se viene una semana de tensión para uno y alivio para otros.

Hasta esta vecindad llegan chismes relacionados con la encuesta de Morena, el partido que luce todopoderoso con miras al 2024, pero que también se ha encargado de dinamitarse solito en muchas ocasiones.

Fíjense que me han chismeado que la encuesta de encuestas, aquella que determinará a quien abandere el partido guinda para la gubernatura en Puebla ya se levantó.

Me han dicho también que a algunos aspirantes, de esos que desde el séptimo mes del año empezaron a coaccionar voluntades, se les filtraron listas de distritos electorales donde se levantó la encuesta y de ahí que viéramos movilizaciones absurdas en ellos.

Basta ver las filtraciones de mensajes de WhatsApp para darse cuenta de ello.

También me han chismeado que será en estos días próximos a Día de Muertos que se nombre a la ungida o al ungido, y que el panteón reciba al resto con su respectivo hueso de consolación.

Me dicen que sólo es cuestión de cuadrar cifras para requetecomprobar lo que ya se sabe desde hace meses: la decisión está tomada, y está hecha con base en quien puede garantizar 1.5 millones de votos a la de la “colita de caballo” rumbo a su galope presidencial.

Morenacho y Armenta se disputan el primer lugar de forma cerrada, con ligera ventaja para el primero en los últimos meses, mientras que en el caso de las mujeres Claudia Rivera Vivanco lleva la delantera.

Claro está que el asunto de la o del coordinador se resuelve también con política y no sólo con números, como ha sido la narrativa morenista que asegura que encuesta manda.

Se sabe que Sheinbaum quiso pagar el favor a su coordinador, pero que los números no le abonaron; es decir, la primera parte de la tarea no fue suficiente.

Y ese estudiante poco aplicado cuya reputación de tener mala conducta y ser parte de una bandita que hizo desastres en el recreo junto con su primo, quien ya fue expulsado, se quedará sin torta de jamón y sin dinero para las maquinitas.

Es cuestión de días, es cuestión también de que los otros niños del salón empiecen a hacer cuentas para negociar y pedir su premio: diputaciones locales y federales, también senadurías, o los más aventureros la capirucha.

¡A esperar!

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El que ya anda esperando pero ahora en libertad es Eukid Castañón Herrera, el otro brazo de hierro del morenovallismo que cayó en la cárcel durante el mandato del fallecido Miguel Barbosa Huerta.

Dicen que más de uno anda preocupado por las acciones de vendetta que pueda tomar, sobre todo contra quienes lo traicionaron sin darle respaldo y doblegándose ante su verdugo.

Pero también es cierto que Eukid pidió descansar luego de que su salud se viera mermada.

Ya se verá qué determinación toma, si afila la navaja o se va a un retiro.

La verdad sea dicha, por el nivel de operación que manejó en el morenovallismo muchos, pero muchos quisieran tenerlo de aliado.

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org