Claudia Rivera llegó a donde muchos no querían que llegara: a la final de finales
Claudia Rivera Vivanco sin campaña de espectaculares, sin bardas, sin el apoyo de medios, quedó en tercer lugar tal y como las encuestas serias la colocaron siempre
¡Ayayay, vecinas y vecinos! ¡Vaya manera de arrancar semana! Los resultados de Morena del fin de semana dejaron más adoloridos que el Cruz Azul a sus aficionados. Imagínense que luego de que el senador Alejandro Armenta Mier consiguiera la candidatura del Movimiento de Regeneración Nacional para la gubernatura de Puebla, derrotando a su némesis, que también es su primo, Morenacho Mier Velazco, haciendo válidas la sumatoria de encuestas y no las que se presentaron a últimas fechas, pues provocó entripados, lamentos y dolores de estómago en varios personajes inmiscuidos en la vida política del estado. Pero, las apuestas son eso, vecinos y vecinas: apuestas. Muchos, incluido el mismo Morenacho, hipotecaron su futuro. Les salió mal la jugada pero, como dicen en esto de la política, todo puede pasar, o volver a pasar. El ungimiento del senador Armenta no sólo correspondió a la encuesta, sino a la cantidad de votos que puede reunir para abonar a las diputaciones y senadurías, así como a la clara elección de la presidencia de la República. Su victoria se rodea tanto de matemáticas como de política. Se pensó que Armenta era capaz de levantar la ola a favor de Morena y sus candidatos. Ya se verá si les sale la jugada a los del partido guinda, que en teoría no debería tener problemas para lograrlo. * ¿Y Morenacho? Pues el diputado, luego del exabrupto de salirse de la reunión donde se dio a conocer al candidato a la gubernatura de Puebla y después de poner a sospechar a varios con un rompimiento con Morena, al final el domingo se reunió con parte de su estructura y dijo que sí se quedará con el premio de consolación que es la primera posición al Senado de la República. Mier Velazco cumplió su palabra y optó por la unidad de su partido. Le esperan 6 años, en los que tendrá que liar con su primo, en caso que se corone como gobernador de Puebla, pero también en los que podrá seguir cosechando su carrera política. El legislador oriundo de Tecamachalco dijo aceptar el resultado, aunque no se refirió ni mencionó el nombre de Armenta. Ese lío sigue y seguirá mucho tiempo. Ya vimos que en los dichos no hay rompimiento y sí promesas de unidad y jalar puntos. ¿En los hechos? Pues ya se verá, ya se verá. * Mención aparte lo conseguido por Claudia Rivera Vivanco que llegó a donde muchos no pensaron o no querían que llegara: a la final de finales. Y por un largo tramo de la noche, más de uno creyó que haría la chica y se quedaría con el triunfo.
Lo cierto es que sin una campaña de espectaculares, sin bardas, sin el apoyo de medios que se dedicaron a invisibilizar sus aspiraciones, quedó en el tercer lugar tal y como las encuestas serias la colocaron siempre. Hay quien dice que quedó en cuarto lugar, pero en realidad la encuesta de Morena la dejó en tercero y en primero de las mujeres aspirantes con amplísimo margen. Interesante, ¿no creen? ¿Buscará el Senado? Es posible. Ese, quizás sea el primer encargo de Alejandro Armenta como candidato: apoyar las legítimas aspiraciones de la exalcaldesa, ganadas a pulso y poniéndole el pecho a las balas del rancio barbosismo. * Y, así, no queda más que respirar aunque sea por unos días. Después de una larguísima precampaña, ya hay coordinador de la 4T en Puebla, con esto, al menos, se acabó la promoción anticipada entre aspirantes. Aunque nos espera la mera batalla, por la gobernatura y la presidencia municipal, que promete ponerse muy pero muy intensa. * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected] |
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