Lo bueno y lo malo del gobierno de Sergio Salomón Céspedes
Sergio Salomón Céspedes como gobernador toca hacer corte de caja y ver qué es lo bueno y qué es lo malo que ha habido durante su corto pero sustancioso mandato
¡Ahora sí, vecinas y vecinos! Luego de un año de Sergio Salomón Céspedes como gobernador toca hacer corte de caja y ver qué es lo bueno y qué es lo malo que ha habido durante su corto pero sustancioso mandato. Fíjense que el reto que tenía era una espada de doble filo. Primero porque venía arrastrando la terrible reputación del fallecido Miguel Barbosa Huerta, lo que lo obligaba sí o sí a alejarse de su sombra. Segundo porque cortar de tajo con ese grupo le hubiera generado ingobernabilidad de modo exprés, aunque los malestares de las y los cabecillas de esa pandilla están más que molestos con lo “presente” de este “gobierno presente”. Sin duda lo mejor que pudo hacer es dejar abierta la puerta para que entraran los que no podían hacerlo bajo el dedo inquisidor de Barbosa y también para que salieran en desfile los esbirros de don Miguel. En sus manos estuvo la operación cicatriz que le urgía a Puebla, luego de la herida a la yugular que le dejó ese gobierno que prometía hacer historia y que a su modo nefasto lo hizo. A veces con zurcido fino, a veces con tela adhesiva pero poco a poco Céspedes lo hizo, cuando fue tan necesario como urgente. La ventaja que tuvo y seguirá teniendo el gobernador es que haciendo poco se vería mucho luego de que el corrosivo mandatario Miguel Barbosa no hizo absolutamente nada, solo dejar compromisos financieros y políticos para con sus seguidores, muchos de ellos autoexiliados y con sendas carpetas de investigación silenciadas por una innecesaria cortesía. Céspedes Peregrina adquirió inmediatamente el mote del “pacificador” al saber acercarse a las y los perseguidos. Sin embargo, ese ánimo de atemperar las aguas también le ha traído que sean muchos los que dicen que los acuerdos secretos tomados en Casa Aguayo blindarán al gabinete inoperante del barbosismo. No es de a gratis que desde el gobierno le facilitaran estructura a Julio Huerta Gómez, primo de don Miguel Barbosa, para que se convirtiera en candidato de Morena a la gubernatura, algo que por justicia poética, karma o bendición, no cuajó. Pendientes tiene varios, sobre todo en cuestión de transparentar los gastos de su antecesor, el desfalco financiero, el crecimiento cero en desarrollo económico, competitividad e infraestructura y la mentira que vendieron sobre el acervo museístico, por decir lo menos, algo que sí o sí se debe hacer no por cuestiones políticas ni mediáticas sino por justicia. Vecinos y vecinas, es importante reconocer que pese a que don Sergio Salomón se ha rodeado de personajes ajenos al partido que llevó a Barbosa al poder cuenta con el aprecio y reconocimiento del más cuatrotero de los gansos: el presidente AMLO. Le queda poco tiempo como mandatario, tiempo que puede ser provechoso para pacificar el entorno político y para apretar las tuercas que le devuelvan a Puebla la posibilidad de superar el daño que le hizo su antecesor. * Y ya para despedirnos como somos medio parranderos en esta vecindad, y como nos tomamos muy en serio eso del maratón Guadalupe-Reyes, les aviso que vamos a andar de vacaciones unas semanas, así que si organizan una posada pues nos invitan. Que tengan una gran Navidad y un Año Nuevo fenomenal. Los te quiero mucho. * Vecinas, vecinos, acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected] |
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