¡Saludos, vecinos, vecinas!

Si ustedes como nosotros se preguntan qué comió la jirafa Benito es que viven el pasado, pues lo de hoy es rescatar a un aspirante a cargo de elección popular desamparado para alimentarlo y darle un humilde huesito, de lo que sea, no importa si es de guajolote, burro o pollo, ahora sí que para hacerse un caldo de aspiraciones cualquiera es bueno.

Hablando de aspiraciones, fíjense que unos vecinos enterados que tenemos en Palacio Nacional nos vinieron con el chisme de que:

1. Liz Vilchis será medida pero no propuesta
2. Pepe, aunque no lo conocen en Morena nacional trae números, y eso es lo que les importa: ganar, ganar como sea. ¡Fuera romanticismos!
3. También me dijeron que andan queriendo acomodar en una diputación plurinominal como pago por el desaire a la exalcaldesa Claudia Rivera Vivanco.

¿Será cierto?

O como dice la canción: “son rumores, son rumores”.

Sea como sea, la percepción que están generando es esa, aunque ya sabemos que Morena siempre trae una carta bajo la manga, y casi siempre es de bastos.

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Tantito asomó la cabeza desde la barrera de los toros y le tundieron con todo.

¿De quién hablamos?

De Eduardo Rivera Pérez, vecinos quien no sólo sintió lo duro sino también lo tupido luego de que criticara a los gobiernos de Morena por la inseguridad en el estado.

Luego están los demonios que se desataron después de la no tan sorpresiva designación de Liliana Ortiz Pérez a una diputación plurinominal por el partido blanquiazul, que tiene en la figura de su esposo Eduardo Rivera Pérez al candidato para la gubernatura.

Digo que no es tan sorpresiva porque desde hace meses la posibilidad estaba, y varios vecinos chismosos que andan metidos en Acción Nacional me contaron que eso iba a pasar pese a la rebatinga interna entre los grupos yunquilalista y el genovevista, a quien por cierto le echaron también una “pluri” para que no se alebrestara.

Sí, la polémica se desató.

Y comentarios hay de todo tipo: que si así asegura un paracaídas Eduardo si pierde la gubernatura, que fue un pago de favores, que Liliana sí puede, que Liliana no puede, que no tiene experiencia, que trabaja en combo con el candidato panista… ¡Ufff!

El caso es que al parecer las reacciones no fueron bien medidas en el bunker del PAN, donde pensaron que nadie rezongaría.

Muy equivocados.

El caso es que más de un panista está que echa lumbre.

Así como lo leen.

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Oigan, peor para nepotismos también los de Morena no se queda atrás, con eso de que su dirigente Olga Romero Garci-Crespo anda apuntando a sus dos hijos, uno como diputado en Tehuacán y otro como regidor en Cholula.

¡Caramba!

Según me chismearon, Romero Garci-Crespo también anda queriendo blindar  a su familia pues sabe que su tiempo como dirigente en Morena está contado.

El que sería el líder moral del partido en Puebla, Alejandro Armenta Mier, ya anda poniendo sus fichas en el partido si no para el relevo sí para acotar su presencia.

Olga, quien llegó como ficha del barbosismo a la dirigencia estatal, sabe que no tiene apoyo de las bases, así que mejor trata de dejar cubiertos lo frentes que pueda.

Eso es lo que me chismearon.

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]