Se equivoca quien cree que la operación cicatriz de Morena ha sido un rotundo éxito

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La Vecindad


Abril 09, 2024

¡Ayayay, vecinos y vecinas! 

Vaya que las mujeres salieron perdiendo en el debate presidencial, luego que el tema sobre la violencia de género fuera relegado al último bloque y se diluyera entre dos temas más: la no discriminación y grupos vulnerables

Sumado a que las candidatas evitaron fijar postura con temas tan urgentes como la legalización del aborto y se enfocaran más en pregonar apoyos sociales que en proponer soluciones de fondo.

Valdría la pena recordarles tanto a los del INE como a las candidatas que uno de los principales males que aqueja a este país es la violencia feminicida, cuyo saldo es de 3 mil mujeres asesinadas al año; es decir, 8 mujeres al día.

En su oportunidad para lucirse, las dos candidatas -que por primera vez, una de ellas pasará a la historia como la primer mujer Presidenta-, desaprovecharon el momento para levantar la voz y mostrar firmeza en torno a un tema que lacera a la sociedad.

En su intervención, cuando tocaba hablar de deudores alimentarios Claudia Sheinbaum Pardo se atrevió a decir “prefiero seguir avanzando” y se centró en sus apoyos sociales.

Consiente que los tres primeros años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador fueron los más violentos para las mujeres, la morenista no quiso entrar en honduras.

Ni siquiera pudo fijar postura en el tema de la legalización del aborto, lo dejó en manos de la Suprema Corte. Hasta, el sonriente Máynez se lo recriminó: “Yo no le tengo miedo a pronunciarme abiertamente”.

Mientras Xóchitl Gálvez Ruiz se concentró en denostar a su principal contrincante, a quien no dejó de señalar como una mujer fría y sin corazón (atributos que carecerían de importancia si se enfrentara a un hombre), Sheinbaum se la pasó invisibilizando a su rival llamándola la candidata del PRIAN, en ningún momento se refirió a ella por su nombre.

Un debate encabezado por dos mujeres, cuya retórica machista predominó; prefirieron optar por la vieja conocida del golpeteo político que elevar el discurso al nivel de las propuestas y soluciones reales para convencer al electorado.

Se les olvidó que estadísticamente las mujeres son las que más votan en las elecciones y que si alguien tenían que ganarse en este espacio público era a este sector ávido de justicia.

Todo mal. Salvo, eso sí, la sonrisa del Máynez.

*

Ahora sí que dejando de lado la cruda posterior al debate y al eclipse, los ánimos en Puebla siguen caldeados. 

El ambiente electoral trae a uno cuantos nerviosos y a otro tanto más buscando cómo sacarle la vuelta a la ley para beneficiarse de las bondades del código electoral. 

Digo bondades por no decir huecos e incisos permisivos.

Pero, no se olviden que más tarde cae un hablador que un cojo que un político fingiendo hacer obra social a cambio de conseguir votos.

Así que ya se la saben: no hagan actos de campaña que parezcan programas sociales… 

¡Perdón!

Lo que quise decir es que no hagan cosas buenas que parezcan malas.

*

Si alguien pensaba que la operación cicatriz de Morena había sido un rotundo éxito, déjennos decirle que anda muy pero muy equivocado.

Y es que si bien los del partido cuatroteísta se han dedicado a armar mítines y conferencias de prensa donde hablan de unidad, la realidad es más que distinta.

El enfado continúa y dicen que el rencor está a todo lo que da. 

Ahora sí que como se dice por ahí: serenos, morenos.

Para muestra del malestar está el caso de la candidata a diputada Araceli Celestino, a quien pobladores de Tehuacán le metieron senda abucheada durante el mitin del candidato a gobernador Alejandro Armenta Mier.

Fíjense que durante el evento, mientras Celestino se echaba sus gorgoritos políticos, la música de viento y las ocarinas vaciladoras se hicieron presentes.

Y entre chiflidos y abucheos el candidato Armenta dijo que el verdadero enemigo es el PRIAN.

Bien bajado ese balón, pero no se puede ocultar que existe enfado de los pobladores en contra de la postulación de Celestino, a quien señalan de cacicazgo y de estar involucrada directamente en el conflicto de Coyomeapan, ese escándalo sociopolítico que el barbosismo se encargó de archivar.

Según nos cuentas los vecinos, Alejandro Armenta tuvo que aguantar el enfado y asumir el costo de las negociaciones que se llevaron a cabo para garantizar la llamada “unidad” del partido. 

Pero lo cierto es que se le vio incómodo durante la rechifla de su colega morenista.

Ni modo, tuvo que sacar la “vieja confiable” y hablar de que es momento de “cerrar filas” y jalar parejo.

Sin duda la experiencia del candidato guinda lo saca a flote en este tipo de situaciones, pero la pregunta es si como este evento, ¿habrá más en el estado?

¡Hagan sus apuestas!

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: [email protected]

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