Lo que no suena lógico suena metálico, ¿verdad Lalo Castillo?
Eduardo Castillo López otorgó miles de pesos a medios de comunicación con domicilios fiscales inexistentes.
¡Qué hay, vecinos y vecinas! No podíamos cerrar semana sin un escándalo en esta Puebla carente de ángeles y llena de políticos chuecos. Y es que vaya escándalo el que se armó con los muy raros contratos a medios de comunicación que tuvo a bien otorgar el diputado con licencia, exlíder del Congreso poblano y también candidato a diputado federal Eduardo Castillo López. Y es que el angelito otorgó miles de pesos a “medios de comunicación” sin presencia en la red, con domicilios fiscales inexistentes, con razones sociales de constructoras, con poquísimos seguidores en redes sociales y con solo boletines como publicaciones, sobre todo los relacionados con sus actividades.
Todo esto huele raro, ¿o no? No es de extrañar que sus compañeros en la Legislatura busquen sacarle la vuelta al tema y dilatar las explicaciones, toda vez que Castillo, según me chismean, tiene varios asuntos del mismo tipo que pondrían muy mal no solo a él sino a quienes conforman el mentado Comité de Adjudicaciones, Arrendamientos y Servicios. Al respecto, el diputado Edgar Garmendia de los Santos, quien es el actual presidente del Congreso, dijo que revisan a detalle los contratos “porque al final son muchos”… ¡Ora! Que los tienen que revisar con lupa porque todos y cada uno de esos documentos fueron verificados y aprobados por la anterior directora de Comunicación…. ¡Ándenle! Todo esto huele muy, pero muy raro. Como dice el presidente AMLO: lo que no suena lógico suena metálico. Hasta esta vecindad nos han llegado los chismes de que tanto Lalo Castillo como los miembros del famoso Comité no solo se dedicaron a censurar medios críticos, sino a palomear medios afines para otorgarles convenios publicitarios. ¡Hasta aplicaron la estrategia del barbosismo de inventar sus propios medios para mover por goteo el recurso! ¿Será? Mientras tanto, Castillo salió a decir que no fue él, sino todos, y de paso embarró a los que ahí estuvieron, compañeros suyos que están, como él, en busca de un huesito.
Seguramente no estarán muy contentos que digamos Ruth Zárate, Patricia Murrieta, Azucena Rosas y Osvaldo Juárez; mucho menos Jorge Luis Vélez Pávia, Rafael Micalco y Silvia Tanús. ¡Ni hablar! Como dice don Cleto: “Compañero de ayer, desconocidos del mañana.” * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular. |
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