La ecuación de “te llamo naco” es la radiografía de las pobres campañas

Lalo Rivera llama "Morenacos" a simpatizantes de Morena, Tono López dice que nacos y rateros son los del pan

¡Qué hay, vecinos y vecinas!

¿Cómo los anda sorprendiendo la semana?

¿Ya andan empeñando las joyas de la abuela para comprarse un ventilador o un aire acondicionado?

¡Jijos!

Es que este calor anda más macizo que taco de carnitas de Tepeaca.

Oigan, para nadie es un secreto que en Puebla hay cruda por las campañas, los exabruptos, las ofensas, la inseguridad y los ridículos políticos.

Una cruda que ni con electrolitos ni mole de panza se quita.

Pero hay que decir las cosas como son, ¿a poco no?

Y una de esas cosas que se deben discutir tiene que ver con el desafortunado comentario del candidato del PRI-PAN-PRD, Eduardo Rivera Pérez, al llamar “morenacos” a los simpatizantes de Morena, una ofensa que más allá del gesto discriminatorio y clasista revela cómo se entiende la política en estos tiempos de polarización política y social.

Pero si ustedes creen que eso es todo, y que sólo Lalo regó el tepache…

Déjenme decirles que para ponerle sal al atole, meter las dos patas y dejarse ir en el absurdo de los comentarios está nada más y nada menos que el candidato a diputado por el PT, el marvelita Toño López Ruiz, defensor del barbosismo y vengador plenipotenciario del falso cuatroteísmo.

Este peculiar candidato, que cual hombre elástico piensa rebotar de diputación en diputación, dijo en evento público que los “nacos” y rateros son los del PAN.

¡Que alguien le explique!

Son varios vecinos que andan metidos en las campañas del partido guinda quienes me han dicho que a Toñoman no lo quieren cerca de los candidatos de perfil preponderante por su animosidad e impulso de cometer errores monumentales, además de que su súper poder de “quedabien” le falla.

La ecuación de “te llamo naco” y “entonces yo también te llamo así” va más allá de quiénes se sienten españoles o no, como muchos han querido reducir el tema, sino que es la radiografía de la pobreza de campañas que estamos viviendo, donde la ocurrencia, la ofensa y la mentada de madre es la constante, dejando muy pero muy atrás las propuestas, la transparencia y la rendición de cuentas.

Por si fuera poco, en una mesa de debate en una estación de radio, las voceras Nancy de la Sierra (PAN) y Edurne Ochoa (Morena) se enfrascaron en un sinfín de dimes y diretes, sobre todo después de que la priista trajera a una discusión política al hijo de Ochoa, al intentar normalizar el término “morenacos” y minimizando el contexto sociopolítico en que el término fue emitido.

Así que ni para dónde hacerse.

La lluvia de excremento anda cayendo con todo sobre los tiempos electorales poblanos.

Triste pero cierto.

*

Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org

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