En política, los nombres que primero suenan son los que arrojan abajo del autobús

¡Qué tal, vecinos y vecinas!

Pues vaya que en Puebla, además de lluvias, hay humaredas.

Explosiones por aquí, incendios por allá, que son el caldo de cultivo para un estado que va saliendo de la cruda postelectoral y poco a poco anda agarrando su ritmo político, con acuerdos y desacuerdos de por medio, así como persecuciones por olvidar y nuevas por realizar, donde la máxima de “las reses de hoy serán los carniceros del mañana”, es más válida que nunca.

Antes de que siga en el argüende, sirva este espacio para externarles un abrazo a los familiares y amigos de Carlos Navarro Corro, político de vieja cuña, fundador y dirigente del Partido Social de Integración, que supo navegar elección tras elección con su instituto desde los tiempos del morenovallismo.

Don Carlos colocó fichas en el tablero aliancista e impulsó la figura de su hija Nadia Navarro en la política poblana.

Criticado por su cercanía primero con liderazgos priistas como Javier López Zavala y después con Rafael Moreno Valle, sobre la figura de Corro pesó siempre el señalamiento de palomear candidaturas presuntamente ligadas con actividades ilícitas en la zona del llamado Triángulo Rojo.

Tiempo habrá de desmenuzar su carrera, mientras tanto, sirva este tiempo para reflexionar lo hecho y lo no hecho.

Descanse en paz.

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Donde hay merequetengue es en la que será la próxima coordinación opositora en el cabildo de Puebla, donde los azules y priistas serán minoría y donde seguro les querrán cobrar factura por lo hecho durante la administración laloadanista.

Ahora que estarán del otro lado, y donde seguramente no contarán con un G5 o algo por el estilo que atice a las primeras de cambio al presidente municipal Pepe Chedraui Budib, pues tienen que jugar muy bien sus fichas y colocar un coordinador que sepa dar la cara a la hora de los mazapanazos, que por cierto estarán a la orden del día.

Unos piden a gritos que Carlos Montiel Solana sea quien los comande, otros dicen que ni Dios lo mande, que luego del papelón que hizo coordinando parte del equipo de campaña de Mario Riestra Piña a la alcaldía, pues necesitan a alguien que mínimo les garantice negociar y que no sea vea única y exclusivamente como una cuota del bloque laloriverista.

Les digo que en la panadería más azul del condado el horno no está para bolillos.

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Algunos vecinos chismosos me andan diciendo que luego de que le dieran cabida a Olga Lucía Romero en el equipo de transición de del gobernador electo Alejandro Armenta Mier, en el área de Finanzas, Administración y Función Pública, la también dirigente estatal del morenismo en Puebla pudiera ser la próxima titular de la Función Pública, algo que algunos no ven descabellado por su cercanía con varios exsecretarios del barbosismo, a quienes deberán cuidarles las espaldas cuando las auditorías empiecen a caer.

Otros más dicen que no, que precisamente por sus vínculos con el fallecido don Miguel es que no llegará.

Lo que es cierto es que, en política, muchas veces los nombres que primero suenan son los que luego luego arrojan abajo del autobús.

Ustedes, ¿qué opinan?

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org

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