Lalo Castillo y Roberto Solís serían los dos barbositas que evitarían que el aborto se despenalice

Para hablar del aborto legal, voluntad política y coherencia es lo que se necesita. A menos, eso sí, que quieran reducir un tema de salud pública a una discusión de usos y costumbres.

¡Vecinos y vecinas!

Entre aguaceros y chipichipis Puebla empieza a entrar en el terreno de la coherencia legislativa.

Y es que, aunque suene sorprendente, después de años jugándole al tío Lolo, el Congreso local empieza a abrir la posibilidad de la despenalización del aborto.

Si bien el tema ha topado con pared en muchas ocasiones, incluyendo la que han impuesto tanto diputados como mandatarios, vetando la discusión o delegándola, en esta ocasión todo parece indicar que, por lo menos, hay una gran probabilidad de que se discuta y apruebe.

Voluntad política y coherencia es lo que se necesita.

A menos, eso sí, que quieran reducir un tema de salud pública a una discusión de usos y costumbres.

O a menos que algunos diputados y diputadas del bloque morenistas sientan el llamado del pudor y se echen para atrás, uniéndose a la bancada panista para impedir, de primer momento, que sea esta legislatura la que haga historia al despenalizar el aborto.

Algunos vecinos chismosos andan diciendo que serán dos insignes hijos del barbosismo los que hagan mutis, no asistan a la discusión y votación y así eviten que se apruebe.

Ahí les hablan, Lalo Castillo y Roberto Solís.

El tema, aunque próximo a materializarse, sigue en el alambre.

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El que también está en el alambre, y no precisamente por ser un equilibrista dechado de virtud, es el secretario general de Morena en Puebla.

Agustín Guerrero Castillo salió a decir que es una exageración que se quiera despenalizar el aborto en Puebla, si ni hay mujeres presas por ese delito, y que si van a clínicas clandestinas es porque no conocen el IMSS.

¡Cómo ven! Este ramito de incoherencias y comentarios decimonónicos.

La cosa es que Agustín Guerrero se la pasa riega que riega el atole, tan es así que su compañera de partido, la diputada Julieta Vences Valencia que preside la Comisión de Igualdad de Género dijo que los comentarios del excelso morenista no suman al debate público ni fortalecen la agenda de derechos desde la izquierda, sino que estigmatizan, criminalizan y desvirtúan la lucha del movimiento feminista por las libertades de las mujeres.

¡Tómala, bigotón!

Vences le corrigió la plana progresista al secretario general de su partido, diciendo que el derecho a un aborto legal, seguro y gratuito es una realidad que se debe de construir con presupuesto, instituciones y personal capacitado.

Y es que lo que se discute, insistimos yo y todas las colectivas, es un asunto de salud pública y no de moral.

Sin duda, los que vienen serán días tormentosos, y no precisamente pasados por agua.

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Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular.org

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