La despenalización del aborto le quitará un peso de encima al próximo gobernador

Puebla que se convierte en el estado número 14 en despenalizar la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación.

¡Ayayay, vecinos y vecinas!

Pues ahora sí, Puebla despenalizó el aborto.

Entre jaloneos, mentadas, golpes y demás, las y los diputados votaron a favor de la iniciativa y la lucha de grupos de la sociedad civil y colectivas feministas, con veintinueve votos a favor, siete en contra y cuatro abstenciones.

Adentro del Congreso hubo tensión y miradas incriminatorias.

Afuera hubo golpes, protagonizados por grupos religiosos y militantes panistas, quienes olvidando por completo su mantra de “sí a la vida” decidieron empujar, jalonear y agarrar a golpes a mujeres y a uno que otro reportero que se encontraba en la entrada del recinto legislativo.

Afuera del Congreso se anticipaba una verbena.

Adentro, la bilis blanquiazul hizo acto de presencia, empleando argumentos morales disfrazados de razonamientos científicos, donde la elocuencia discursiva de los diputados de derecha sucumbió a las posturas personales y poco efectivas.

Adentro del Congreso también hubo abstenciones como forma de no asumir responsabilidades, ni de confrontarse con su partido, aunque se sabe que más tarde que temprano quienes prefirieron aplicar el voto blanco serán apartados de sus respectivos institutos políticos, no necesariamente por sus convicciones personales, sino por alejarse del bloque político que los cobijó en su momento.

Afuera del Congreso hubo nerviosismo, consignas religiosas y ataques con agua bendita, mientras las colectivas feministas esperaban la votación.

Mientras, adentro, la diputada panista Mónica Rodríguez Della Vecchia decía que la Legislatura será recordada como la “legislatura de la muerte” por aprobar la despenalización del aborto, el diputado morenista Fernando Sánchez Sasia mejor ni fue, se hizo que la virgen le hablaba y prefirió no asumir responsabilidad alguna.

Mientras el diputado panista José Miguel Espinosa de los Monteros Gil, con lágrimas en los ojos y la garganta deshecha, se aventaba una perorata enalteciendo a una organización de la ultraderecha como Vifac, la diputada morenista Mayra Estrella Tame votó en contra, en contra de la iniciativa y de la petición de la dirigencia de ir todos a favor.

Mientras la diputada más progresista del PAN, Lupita Leal Rodríguez, se abstuvo y no fijó una posición respecto a despenalizar o no el aborto, la diputada morenista Azucena Rosas hizo lo mismo, dejando con el ojo cuadrado a más de uno de su bancada.

Así las cosas con las y los diputados, de una Puebla que se convierte en el estado número 14 en despenalizar la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas de gestación.

Una decisión que sin duda le quitará un peso de encima al próximo gobernador Alejandro Armenta Mier, quien ahora ya solo verá cómo durante su periodo se hace adecuaciones a la ley, sin meterse directamente en conflictos.

En este sentido, la LXI Legislatura no pasará únicamente a la historia por la despenalización, sino también por ser la que trabajó para el siguiente periodo y el próximo mandatario.

¿No les parece?

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