La disputa por el PAN, entre un sinsentido de acuerdos y posibilidades disparatadas
Pasan los días y las cosas aún no se ven claras en el panismo poblano, donde la disputa por tomar el control del partido se ha entrampado en un sinsentido de acuerdos
¡Ayayay, vecinos y vecinas! ¿Cómo andan en esta cada vez más incomprensible vecindad llamada Puebla? Pasan los días y las cosas aún no se ven claras en el panismo poblano, donde la disputa por tomar el control del partido se ha entrampado en un sinsentido de acuerdos y posibilidades tan disparatadas como imposibles. Para ser sinceros, a la fecha, el de Eduardo Rivera Pérez sigue siendo el grupo mejor perfilado para controlar Acción Nacional, toda vez que el método de elección sigue siendo que los consejeros estatales sean quienes elijan presidencia y secretaría general. Como se sabe, los laloriveristas controlan en absoluto este Consejo. Sin embargo, si por azares del destino -o amarres políticos, más bien- los grupos opositores al fallido aspirante a la gubernatura consiguen que las elecciones se abran a la militancia -poco más de 20 mil afiliados-, tienen que hacer de tripas corazón y acordar entre ellos el reparto de pastel, en busca de hacer a un lado a Lalo y a doña Augusta Díaz de Rivera. Y es que, por sí solos, ni quienes apoyan Edmundo Tlatehui Percino, ni quienes vitorearon a Mario Riestra Piña consiguen sumar la totalidad de votos. ¡Es más! En términos llanos ni juntos podrían conseguirlo, por lo que buscar cobijo con otros disidentes o perseguidos por el yunquismo poblano podrían ayudar a la tarea de renovar la dirigencia panista. Así que no se extrañen si en los próximos días empezamos a ver en almuerzos o conferencias a Edmundo y/o Mario con Genoveva Huerta, incluso con Rafa Micalco. ¿Será que el team antilaloriverista se haga realidad? ¿Qué tanto sacrificarán unos y otros por hacerse del control blanquiazul? ¿Y si de manera salomónica se reparten presidencia y secretaría general? Lo que es claro es que esta decisión también tiene que hacerse tomando en cuenta el escenario nacional, donde al parecer los días de Marko Cortés Mendoza como líder de Acción Nacional están contados, un liderazgo que, no está de más recordarlo, apapachó a Eduardo Rivera y a su grupo. Si habrá purga o no, eso no puede saberse por el momento, pero lo que sí es que los tiempos de cambio no sólo se aproximan, sino que empiezan a ser necesarios en un instituto político que sí o sí debe dejar de lamerse las heridas por la zapatiza que les metieron en los comicios, y empezar a construir su identidad opositora. ¿No creen? * Vecinas, vecinos, nos leemos mañana. Acuérdense que el que se enoja pierde. Les dejo mi correo por si quieren chismear más a gusto: lavecindad@elpopular. |
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